El conglomerado japonés Sony acaba de dar un golpe estratégico en el mundo del entretenimiento, pagando 457 millones de dólares para adquirir la participación que la canadiense WildBrain mantenía en Peanuts Holding, la compañía que posee los derechos de Snoopy y todo el universo creado por Charles M. Schulz.
Con esta operación, Sony pasa a controlar el 80% de la empresa, mientras que la familia del dibujante conserva un 20% minoritario, asegurando su vínculo con la gestión y el legado de la marca. El acuerdo fue firmado por Sony Music Entertainment y Sony Pictures Entertainment, aunque aún requiere aprobaciones regulatorias.
La jugada no es menor, Peanuts es una franquicia muy querida por niños y adultos que ha trascendido generaciones, con presencia en cómics, televisión, cine y merchandising. Para Sony, significa sumar un activo cultural de enorme valor a su portafolio, reforzando su posición en sectores clave como cine, música, streaming y TV.
El movimiento también envía un mensaje claro, en el cual Sony no solo busca competir en tecnología y videojuegos, sino consolidarse como un gigante del entretenimiento global, con marcas que conectan emocionalmente con audiencias de todas las edades.










