Obsidian Entertainment ha demostrado que es una desarrolladora prolífica y variada. No solo nos trae juegos de la talla de Fallout: New Vegas o The Outer Worlds, sino que sabe contar historias. Es curioso que nos traigan al juego de aventuras narrativas Pentiment, uno de los pocos exclusivos de la marca Xbox que sale este año.
Pentiment es un juego muy enfocado en la historia, que incluso recuerda a mucho a Card Shark de Devolver Digital, solo que no hay trucos de cartas. Más bien es una aventura detectivesca, donde toda la narrativa del juego se basa en nuestras elecciones. En él se nota que los creadores, con Josh Sawyer a la cabeza, entienden perfectamente la Edad Media.
Una época convulsa
Es el Siglo XVI, y encarnamos al personaje de Andreas Maler, un artista que ha sido contratado por la iglesia para trabajar en un libro ilustrado del monasterio de la ciudad de Tassing. Básicamente, se ubica en la época de Martín Lutero, donde las ideas fuera de lo religioso empiezan a crear cuestionamientos por parte de los ciudadanos. Mientras la iglesia se enfoca, en exprimir de impuestos a la plebe, no se da cuenta que se cierne una conspiración muy grande para un pueblo tan chico.
Pentiment nos lleva por una espiral de muertes que involucra la nobleza de la ciudad, es por esto que pronto, Andreas se ve obligado a investigar estos asesinatos. El título hace un esfuerzo por destacar a la ciudad de Tassing, la época, sus habitantes, creencias y el arte como forma de expresión.
Algo interesante, es que en el inicio del juego, según avanza la historia, definiremos el origen, conocimientos y trasfondo de Andreas. Esto desemboca en como podemos resolver ciertas situaciones que se van presentando. Por ejemplo, conocimientos de medicina nos revelan pistas sobre anatomía, saber de Teología abre conversaciones con personas religiosas, etc.
Saber definir a Andreas, es la clave para salir airosos de las conversaciones claves. Además, esto aporta a la rejugabilidad, ya que podemos ver diferentes puntos de vista de una misma situación. Pero no solo eso, también permite que si una puerta se cierra, otra se abra en forma de personajes que están dispuestos a compartir lo que saben, frente a otros que no.
Construyendo un personaje
Una vez que hayamos definido la personalidad de Andreas, debemos viajar por todo el pueblo en busca de que hacer, realizando misiones para los habitantes del pueblo. Esto permite aprender más de la ciudad y luego obtener información valiosa para resolver los asesinatos. Hablando con los NPC, hay que saber elegir bien nuestras respuestas, las cuales están determinadas por un sistema de karma. Éstas pueden ser respuestas buenas, malas e intermedias.
Cada decisión, puede afectar acontecimientos venideros, lo que implica la forma en que nos verán los habitantes de Tassing. Se pueden enemistar con nosotros, recordar que los ayudamos, o que fuimos indiferentes y provocar muertes. Las posibilidades son muchas, e incluso, cambian su comportamiento en base a lo que ha sucedido en el pueblo.
Para llevar un registro de acontecimientos e información, Andreas dispone de un Glosario en el que se anotan términos propios de la época, cada personaje junto con sus allegados y datos históricos. Esto sirve para repasar datos importantes para resolver los casos y que no perdamos el hilo entre tanta información que recibimos.
Pentiment tiene un componente de gestión del tiempo muy parecido a Persona 5. Consiste en que Andreas solo puede hacer algunas cosas durante un día y hay que decidir en que invertir el tiempo, ya que no podemos hacerlo todo. Cuando elegimos una actividad, el tiempo avanza al igual que la investigación, mientras los acontecimientos se desarrollan.
Obsidian en estado puro
La capacidad del estudio de crear historias y universos creíbles, en Pentiment no se pone en duda. En el mismo glosario, pasaremos mucho tiempo revisando datos e información interesante del lore del juego y de la época en que se desarrolla. Es un juego bastante rico en información de la propia de la edad media.
Otro detalle super interesante es el sistema de diálogos. Además de ser la parte más importante, ya que los personajes no cuentan con voz (Ni falta hace) es la forma en que se llevó a cabo. Por ejemplo, la tipografía cambia en función de la educación del interlocutor, es decir, refleja su ser interior.
Una persona común y corriente, tiene un tipo de letra menos elaborado, a diferencia de uno que tenga un cargo de importancia en la ciudad. Un escribano, tendrá una tipografía gótica difícil de leer a primeras, mientras que las palabras del propio Andreas serán muy claras. Esto lo podemos desactivar en el menú de opciones, pero hacerlo le quitará parte de la inmersión al juego.
Sin embargo, el juego no deja de tener sus pegas. Para empezar, tiene un comienzo lento y tarda en despegar. El uso de objeto y resolución de acertijos no es el eje central, por lo que no espermos complejos enigmas que resolver. Otro punto es que aunque disponemos de información recopilada, Andreas actúa casi por su cuenta sin que nosotros como jugadores nos involucremos, algo que le quita peso a la narrativa.
Un manuscrito interactivo
Pentiment me recordó mucho a Card Shark por su estilo artístico que toma referencias directas de Las Crónicas de Nuremberg. Sin embargo, tiene un encanto particular muy marcado. Parece un libro de la época ante de la invensión de la imprenta, la cual está en sus primeros años en el juego. En los diálogos, los textos reflejan el estado de ánimo del personaje mientras se escribe, es un juego muy inmersivo. Sin embargo, cada sección de la ciudad es independiente de otra, por lo que constantemente veremos tiempos de carga al pasar de una a otra.
El trabajo sonoro, es sobresaliente, aunque hay pocos temas musicales. Como ya dije, los personajes no cuentan con voces, a excepción de la opción de accesibilidad de ponerle voces a los textos, pero suenan muy genéricas, la verdad.
Veredicto
Aunque Pentiment no es un juego de grandes proporciones, su calidad no deja de tener altos valores de calidad. Su historia nos llevará por una vorágine de asesinatos a través de de los años, y eso implica sumergirse en la trama. Jugablemente, depende más de las decisiones que tomemos que de las interacciones con objetos y puzzles, pero no deja de ser interesante.
Nota: Este review fue realizado en la versión de Xbox Series X.