Recientemente informamos de que Microsoft compró a Bethesda y sus estudios internos como parte de la adquisición de la empresa matriz ZeniMax. Con este movimiento, el futuro de la marca Bethesda será muy diferente de lo que la mayoría de los fanáticos probablemente esperaban, ahora que franquicias como The Elder Scrolls, Fallout, Doom y Wolfenstein son parte de Xbox. También significa que Xbox Game Pass se convertirá en una plataforma mucho más destacada para los futuros títulos del editor.
La comunidad de jugadores todavía está tratando de entender una de las mayores adquisiciones en la historia de la industria, debido a las franquicias de Bethesda que ahora posee Microsoft. Si bien aún está por verse el alcance total de la compra de ZeniMax, Microsoft ha asegurado que Game Pass será un factor clave en sus planes, anunciando hoy en un comunicado de prensa que “agregará las icónicas franquicias de Bethesda” al servicio de suscripción.
El comunicado de prensa es bastante escaso en detalles, pero una cosa que sí confirmó es que los futuros títulos de Bethesda estarán disponibles en Game Pass el mismo día que se lancen para Xbox y PC, ya que serán títulos propios. Específicamente, Microsoft usó la IP más nueva de Bethesda, Starfield.
Aparte de eso, es seguro asumir algunas cosas sobre la iniciativa Game Pass. Es muy probable que se agreguen más títulos de Bethesda al servicio, uniéndose al puñado de juegos que ya están en él, como The Elder Scrolls Online, Rage 2 y Fallout 76. Doom Eternal ha estado notablemente ausente en Xbox Game Pass, por lo que es muy probable que eso cambie en un futuro próximo. Además, es probable que estos juegos se conviertan en pilares del servicio, en lugar de las ofertas por tiempo limitado que son la mayoría de sus juegos.