Logan Visser, es un joven de 29 años cuya adicción a los videojuegos, especialmente al League of Legends, arruinó su prometedora carrera en el deporte de lucha.
Logan había sido reclutado por la Universidad Brigham Young en Rexburg, Idaho, donde planeaba estudiar negocios. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando se obsesionó con el juego League of Legends, convirtiéndolo en una adicción total que lo llevó a descarrilarse por completo. Según historia del New York Post
Logan relata cómo los videojuegos tomaron el control de su vida, desperdiciando su tiempo y energía en algo que no tenía importancia real. Pasaba las noches pegado a la pantalla, jugando hasta el amanecer, y luego dormía toda la tarde. Incluso llegó a donar sangre para ganar dinero y gastarlo en comida rápida y bebidas, solo para volver a sentarse y jugar una y otra vez al día siguiente. En su testimonio, expresa la vergüenza que sentía y cómo se sentía atrapado en un ciclo destructivo.
Finalmente, Logan logró superar su adicción al darse cuenta del desastre que había causado en su vida. A medida que avanzaba en el juego (League of Legends), se dio cuenta de que su vida real estaba en ruinas. Esta revelación lo llevó a dejar los videojuegos y enfrentar los desafíos que había evitado durante tanto tiempo. Aunque salir de la adicción no fue fácil, experimentó síntomas de abstinencia, dificultades para dormir, ansiedad y ataques de pánico, logró superarlos.
Hoy en día, a los 35 años, Logan se ha mudado a Tailandia y dedica su tiempo completo a dirigir Game Quitters, una organización que ayuda a las personas y asesora a las familias que luchan contra la adicción a los videojuegos. Su experiencia personal le ha permitido comprender los desafíos que enfrentan los adictos y brindarles apoyo en su proceso de recuperación. Logan ha convertido su propia lucha en una oportunidad para ayudar a otros a superar la adicción y reconstruir sus vidas.