La serie Final Fantasy siempre se ha caracterizado por evolucionar en mayor o menor medida sus sistemas de juego en cada nueva entrega. A eso se le suma que cada juego de la serie principal, o numerado, no se conecta a nivel de trama con el anterior. Casi siempre toca temas en sus historias de corte político ambientados en diferentes períodos, teniendo las épocas medievales, Steampunk y modernidad como las favorita de los fans. Ahora, con Final Fantasy XVI, Square Enix vuelve a una época medieval en la que se apuesta por la que es la entrega más madura y oscura de la serie hasta el momento.
Además, Final Fantasy XVI se vuelca completamente hacía la acción pura y dura, tanto, que incluso se pudiera comparar con otros referentes del Hack & Slash como Devil May Cry. Pero no nos malinterpreten, el juego tiene sus toques RPG que encantará a los fans de la serie, pero los que busquen sistemas de batalla complejos, aquí no lo encontrarán. Es un Final Fantasy rompedor en más de un sentido, que gustará a muchos y hará dudar a los más puristas del género de rol.
Fantasía de Tronos
Si algo destacaron siempre los desarrolladores, es que FFXVI tendría una historia oscura enfocada para un público adulto, que de hecho, su clasificación M por la ESRB, así lo corrobora. El jugador no podrá evitar encontrar muchas referencias y similitudes a Juego de Tronos en su trama, desde la concepción de su mundo hasta como se recrea la violencia y otros temas espinosos. Me atrevo a decir, que Square Enix ha madurado la serie a medida que lo hacen sus fans, teniendo en cuenta que tiene 36 años a sus espaldas. Pero la verdad, nos encantó lo que vivimos en la piel de Clive Rosfield.
Valisthea, es un mundo dividido en dos continentes: Tormenta y Ceniza, de los que han surgido varias naciones en torno a unos cristales del tamaño de montañas llamados Cristales Madre. Estos cristales, otorgan lo que los lugareños llaman la bendición de la magia con la que usan el éter para la mayoría de las actividades de las naciones, entre ellas conjurar hechizos para desarrollarse tecnológica, política y militarmentemente. Los países de Valisthea, se han visto envueltos en una serie de conflictos político/ bélicos por el uso de los Cristales Madre y habían pactado una paz momentánea que llegó a su fin cuando las naciones deciden invadirse y atacarse entre sí.
Existen tres tipos de personas que reaccionan de una u otra forma a la magia. Por un lado las personas comunes y corrientes quienes hacen uso de la magia a través de fragmentos de cristales; siguen los Portadores, quienes pueden hacer uso de la magia pero que las personas los ven con desdén y temor; los Dominantes, personas capaces de invocar a los Eikons (invocaciones) seres sobrenaturales de inmenso poder que pueden cambiar la balanza de una batalla a su favor, a diferencia de los Portadores, son venerados y temidos por igual.
Una de las naciones mencionadas es el Ducado de Rosaria, en la que la familia Rosfield es la regente, siendo a esta familia a la que pertenece Clive Rosfield, nuestro personaje principal. Clive es miembro de la guardia de la nación, y tiene la función de Escudo del heredero del Fénix, quien a su vez es el heredero al trono y hermano de Clive, Joshwa Roslfield. Tras una serie de acontecimientos, de los cuales me reservo los detalles, Clive se ve envuelto en una trama de venganza, traiciones y reivindicación que lo llevan a recorrer el mundo de Valisthea siendo parte de un grupo que busca libertad.
Ciertamente, Final Fantasy XVI es el juego más oscuro de la serie y que gracias a esto no se limita a la hora de mostrarnos una trama más adulta lejos de los tópicos habituales del género de rol. Cuenta con giros de guion y revelaciones impactantes que nos van a sorprender en más de una ocasión y que de alguna manera se las ingenia para mantener al jugador expectante de lo que acontece. En cuanto a personajes, no siempre serán los típicos tropos de juegos similares, teniendo personajes complejos, grises, endurecidos, encantadores, etc. que harán que nos encariñemos con unos u otros.
Como moverse por Valisthea
Una de las particularidades de Final Fantasy XVI es que básicamente es un juego muy enfocado en la historia y muchos de los aspectos de la jugabilidad se desarrollan en torno a la propia trama. Como tal, no es algo malo pero en muchas ocasiones tendremos que esperar a que la historia avance para poder tener disponible algunas de las mecánicas del juego.
Otro de los cambios con respecto a FFXV, es que Valisthea no es un mundo totalmente abierto, aunque esto no quiere decir que no tengamos ciertas franjas de terrenos amplias para recorrer. Sin embargo, en ocasiones se sienten secciones pasilleras y carentes de sustancia, porque no encontraremos una cueva secreta en la que haya un tesoro escondido custodiado por un enemigo OP. FFXVI va a lo que va sin complicaciones. Conoceremos las ciudades y poblados más importantes del mundo, y estos sí tendrán algunos eventos como misiones secundarias, principales y comercios.
Aunque el juego pueda parecer un Hack & Slash, se conservaron ciertas mecánicas de juegos de rol como la subida de nivel y mejora de atributos a través de un árbol de habilidades, además, el uso de objetos curativos como las pociones. Sin embargo, otras partes de la jugabilidad habitual de la serie fueron eliminadas o simplificadas en favor de la acción, como los efectos de estado, por poner un ejemplo que se echarán en falta. Ojo, no es algo malo en sí, solo si somos unos jugadores muy tradicionales podemos ver esto como una pega.
Tendremos acceso al Escondite de Cid, una organización secreta que además de dar cobijo a los Portadores, sirve como nuestra base de operaciones. Cuenta con tiendas, herrería, biblioteca, tablero de caza, sala de entrenamiento, entre otras cosas que nos sirven para prepararnos para las misiones. Mucho del tiempo del juego lo pasaremos aquí, y casi siempre hay algo interesante que hacer.
Una vez descubierta una ubicación, podemos acceder a ella siempre y cuando la historia lo permita. Esto sirve para explorar en busca de algún objeto que hayamos dejado, en busca de misiones secundarias, dar caza a ciertos monstruos, etc.
Del rol a la acción directa
La evolución que ha tenido Final Fantasy XVI respecto a las demás entregas es que ha pasado a la acción directa en los combates. Para FFXVI, se apuesta por un sistema que recuerda mucho a Devil May Cry con el combate siendo en tiempo real, dejando atrás los comandos y los menús para elegir acciones. Controlamos solamente a Clive en toda la partida y este cuenta con movimientos asignados a cada botón del DualSense.
Tenemos el botón de salto, ataque, magia elemental y acción, otros botones incluyen cambio de Eikon, esquiva y uso de habilidades de batalla. Clive puede cambiar entre tres tipos de Eikons diferentes los cuales determinan los posibles movimientos y habilidades especiales del personaje. Es un sistema de batalla que recuerda mucho a juegos como Bayonetta y NieR de PlatinumGames (los cuales colaboraron con el desarrollo del juego), resultando en un juego muy dinámico en el que nuestra destreza será determinante.
Clive puede estar acompañado de uno o varios compañeros según requiera la historia. No podemos darles órdenes a excepción de nuestro fiel lobo Torgal, pero sus IA son bastente competentes y en muchas ocasiones nos ahorrarán tiempo eliminando enemigos por su cuenta. No tenemos incidencia en sus equipamientos ni destrezas y simplemente están para ayudarnos y mantener conversaciones durante nuestros viajes. Respecto a FFXV, muchos pueden considerarlo un paso atrás aunque esto se hizo para enfocarse más en Clive.
Podemos equipar hasta dos habilidades por Eikon, a las que se activan presionando el R2 en el mando. Una vez utilizadas las habilidades, tendrán un tiempo de enfriamiento, que depende del poder del ataque. Tener uno u otro Eikon asignado cambia la configuración de los ataques y algunos movimientos. Algunos combos con la espada se pueden mezclar con la magia y tendremos secuencias geniales para acabar con los enemigos. Si presionamos el botón de esquivar en el momento justo, realizaremos un contraataque; al igual que un parry al interceptar el ataque de un enemigo.
Ifrit yo te invoco
Una de las novedades respecto a otras entregas es el uso de las nuevas invocaciones llamadas aquí Eikons. Algunos personajes Dominantes tienen la capacidad de invocar Eikons, los cuales son algunas de las invocaciones recurrentes en la serie como Ifrit, Bahamut, Shiva, Odín, etc. El propio Clive cuenta con esta capacidad en la que se puede convertir en Ifrit y pasamos a controlar totalmente al Eikon con los mismos controles principales.
Estas batallas adaptan el sistema de batalla principal, teniendo ataques cuerpo a cuerpo, a distancia, habilidades especiales exclusivas del Eikon, etc. Estas peleas son a gran escala y representan las mejores secuencias de batalla del juego. Son peleas muy divertidas en la que no debemos subestimar a nuestro oponente. Sin embargo, como dije al principio, no podemos realizar estas invocaciones cuando queramos y están fuertemente ligadas a la historia. Habrá quien piense que puede ser un paso atrás respecto a FFXV, que se podían realizar luego de un tiempo pero básicamente nos sacaba del apuro, aunque una vez que suceden vamos a disfrutar manejando estas entidades.
En cuanto a los enemigos, tendremos una que otra variedad, aunque en muchas ocasiones estaremos viendo a los mismos enemigos genéricos al recorrer las localizaciones de un lugar a otro. Tendremos enemigos débiles pero numerosos, enemigos intermedios, mini-jefes y jefes de nivel. Los enemigos de mayor rango cuentan con una barra de voluntad que al vaciarla serán más suceptibles a nuestros ataques durante un breve tiempo que debemos aprovechar. La batallas con jefes tienen algunas secuencias de Quick Time Events llamadas secuencias cinemáticas, no son numerosas pero aportan a la espectacularidad de las batallas.
Algo que no me agradó tanto es que el nuevo sistema de batalla no presenta debilidades ni fortalezas elementales. Esto ha sido santo y seña de Final Fanatsy y agregaban un toque de estrategia al combate al tener que buscar las debilidades de los enemigos y actuar en consecuencia. Tampoco contamos con una barra de MP aunque el uso de magia no es determinante frente a enemigos poderosos. Podemos utilizar objetos de recuperación como Pociones y Ultrapociones, además de sales para defensa y ataque, lo cual simplifica bastante la jugabilidad.
Apartado técnico sublime
Ciertamente, puedo decir que Final Fantasy XVI es uno de los títulos de actual generación que mejor se ve hasta la fecha. Square Enix se ha caracterizado por realizar secuencias en CGI casi realistas, pues aquí apenas hay diferencia entre una secuencia realizada por ordenador y las del propio motor del juego. En los lugares abiertos, podemos notar paisajes impresionantes con un nivel de detalle abrumador, pudiendo ver los rayos de luz como traspasan las nubes con los distintivos haces que las traspasan. Sin embargo, debo decir que en ocasiones la cámara durante los combates con enemigos numerosos no siempre ayuda y muchas veces estaremos vendidos a sus ataques. Fuera de eso, el apartado gráfico cumple las expectativas.
El juego tiene los modos gráficos: Modo Calidad que se ejecuta a 2160p / 30 FPS, con la resolución mejorada de 1440p; y Modo Rendimiento que se ejecuta en 1440p / 60 FPS, mejorado desde 1080p. Mientras el modo calidad tiene sombras de mayor calidad, filtrado anisótropo y resolución de renderizado con algunos efectos de post-procesamiento como ligeros rayos de luz, el modo rendimiento mejora la suavidad de los movimientos en pantalla. Durante nuestra partida no notamos ningún error visual, ni bug alguno, lo que es un acierto teniendo en cuenta la escala del título.
En cuanto al apartado sonoro, la música fue dirigida por el compositor Masayoshi Soken y simplemente es genial. Es una mezcla entre nuevas canciones con algunas que nos recuerdan a los primeros juegos. Los temas van desde lo épico, religioso, pasivo, siendo piezas únicas. Y por primera vez, la Fanfarria de Victoria cuenta con voces tipo canciones religiosas, o específicamente las voces del tema de Sephiroth.
En cuanto a las voces, viene doblado en varios idiomas pero me centraré en el español latino. Las voces de los personajes son de algunos actores conocidos del doblaje mexicano, y todos sabemos la calidad de dicho doblaje. Una de ellas es la voz de Cid, interpretada por Carlos Segundo, quien ha dado voz a Piccolo en Dragon Ball. Otros actores incluyen a José Ángel Torres (Clive), Dan Osorio (Kupka), Analiz Sánchez (Jill), entre otros.
Veredicto
Definitivamente, Final Fantasy XVI es la evolución que lleva del género RPG hacía la acción más espectacular que abrirá las puertas a muchos jugadores que quieran probar la serie de Square Enix. Argumentalmente, es una historia muy madura que toca los temás que siempre ha manejado la saga pero desde una perspectiva más oscura, no puede haber queja al respecto de su trama. En cuanto a la jugabilidad, si bien es cierto que es un juego más directo y mucho más espectacular que recuerda a NieR o Bayonetta, los fans más acérrimos de Final Fantasy notarán que se simplificaron muchas de las mecánicas que han sido señas de la serie a lo largo de los años.
Sin embargo, es un juego divertido y de ritmo rápido lo que sin duda gustará a un recién llegado. Gráficamente, uno de los juegos que mejor se ve en la generación actual, donde no hay diferencia entre secuencias CGI y las del propio motor del juego. En cuanto a la banda sonora, sigue la estela de las mejores piezas musicales que hayamos escuchado en RPG modernos. Es un juego muy recomendado seamos fans o no de FF.
Nota: Este review fue realizado gracias a la copia cedida por Square Enix.