La esperada secuela del original acaba de llegar y Dying Light: The Beast promete ser el regreso de aquel esperado juego de zombies que en 2015 nos dio muchas horas de juego junto a una experiencia que hasta el día de hoy jamás olvidaré.
Como una digna secuela volvemos a jugar como Kyle Crane, uno de los personajes mejores desarrollados en la primera entrega y que luego de una serie de eventos sucedidos durante todo este tiempo ahora es mucho mas fuerte, mas resistente y por supuesto tiene un estilo de combate bastante clásico que se ajusta bastante a lo que estaba acostumbrado.
No puedo decir que Dying Light 2: Stay Human fue un desastre pero salirse un poco de lo original es bastante riesgoso y ese juego es la digna prueba. Ahora nos encontramos en Castor Woods, un lugar con un paisaje bastante tenue como la primera entrega Básicamente tenemos un lugar más remoto y lejos de la ciudad, lo que nos hace sentir bastante frescos en cuanto a las posibilidades de movimiento ya que el parkour es vital aquí.
Si hablamos de paisaje, puedo decir que Castor Woods luce impresionante y debemos tener en cuenta que el juego se está ejecutando en un motor gráfico creado por Techland que lleva por nombre C-Engine, en el juego podemos ver cómo ha evolucionado bastante agregando más realismo y una optimización bastante buena. Al jugarlo con una RTX 5070 en la mayor calidad posible y DLSS 4 en modo Calidad se puede alcanzar un valor decente por encima de los 100fps.
La PC utilizada para este review fue la siguiente:
- CPU: AMD Ryzen 9 9950X3D
- Motherboard: Gigabyte X870E AORUS MASTER
- RAM: GSkill Trident Z5 RGB 2x16GB DDR5-6000 con AMD Expo
- Cooler: AIO be quiet! Light Loop 360mm
- GPU: NVIDIA RTX 5070 FE
- Case: be quiet! Light Base 600 LX
- Monitor: AOC AGON PRO QD-OLED AG346UCD
- SSD: 2x Samsung 990 PRO 1TB
- SSD 2: FireCuda 540 PCIe Gen5 NVMe 2TB
- PSU: Be Quiet! Pure Power 12 M Fully-modular
- Sistema Operativo: Windows 11 (Ultima versión)
Obviamente al encender el DLSS 4 y Frame Gen la mejora es bastante clara en los FPS como los ejemplos que podemos ver más abajo:




Este motor gráfico luce un poco desgastado y por más que intenta darnos una excelente fidelidad visual, algunas cosas se pueden sentir que son algo antiguas o bastante clásicas. No voy a mentirles, me siento mucho mejor que en Stay Human y eso es mucho decir pero al mismo tiempo los movimientos no se sienten tan modernos pero no nos podemos quejar ya que queríamos que la franquicia regresará bastante a sus inicios.
El juego tiene una enorme variedad de armas, enemigos y muchas zonas que explorar que realmente me hacen sentir tranquilo ya que tengo una cantidad de horas garantizadas si quiero conocerlo todo, en cuanto a la historia principal tenemos que entre 20 a 25 horas en total puedes experimentar lo nuevo que Techland ha preparado para nosotros. Desde el inicio del juego tenemos preguntas, nos llena mucho de curiosidad saber que le hicieron a Crane y por supuesto que nuevos enemigos nos vamos a enfrentar.
Ver como el juego aprovecha al máximo el gore mientras golpeas a los zombies me hace sentir tranquilo ya que por encima de cualquier queja, a este tipo de juego es que estamos acostumbrados. La nueva forma de atacar, las armas y ver como los desmiembran nos deja saber que el motor gráfico no se siente tan antiguo del todo, solo que necesita evolucionar a algo mucho más moderno.
No puedo dejar de lado lo más importante de todo esto y en los diálogos de cada personaje junto a las interacciones. En el primer juego me compenetre bastante con cada uno de ellos y realmente verlos morir causaron ese vacío de personajes de este tipo. Se dejan querer, te sientes identificado ante la situación actual que están viviendo y por supuesto también llegas a odiar a otros. En esta ocasión se introducen muchos nuevos, algunos que te parecerán de poco confiar y por supuesto las típicas narraciones de Crane que no se pueden dejar pasar.
Cada una de las características de Dying Light: The Beast hacen que el juego se vuelva entretenido en todo el sentido de la palabra y pienso que lo más importante aquí es el terror que sentimos al caer la noche. Durante mucho tiempo siempre dije que el único juego que me hacía tener miedo a explorar durante la noche era el original Dying Light y pienso que ahora ese temor ha regresado en esta entrega.
Explorar de noche es bastante aterrador, la adrenalina dará sus picos mientras te persiguen sin parar y aunque tenemos la solución para estar a salvo de manera temporal, debo decir que morí unas tantas veces tratando de llegar al escondite ya que me deje llevar por el tiempo mientras exploraba. Esa presión no la había sentido en mucho tiempo y el juego me devuelve esa sensación una vez más, me da paz pero al mismo tiempo miedo ver que va caer la noche.
La frase “Good night, good luck” tiene mucho mas sentido ahora y aunque en su inicio nadie sabia a lo que se iban a enfrentar pero ahora ya muchos sabemos realmente que es lo que se avecina, sigue dando esa ligera sensacion de que debemos ser mas rapidos para que no nos atrapen aunque luego de subir de nivel y avanzar, esas persecuciones tomaran menos presion superarlas.
El sistema de habilidades es un poco diferente y se enfoca en varias características del personaje pero le dan una buena parte al modo Beast que es esa parte en donde acumulamos toda esa rabia mientras peleamos para luego activar un modo invencible en donde Crane despedaza con las manos y tiene una fuerza descomunal. Para mi en lo personal esto es una excelente adición a la manera de jugar aunque de la forma que se activa para mi no es mucho de mi agrado.
En cierta forma siento que el primer Dying Light era más abierto y ofrecía un sin número de cosas mientras que esta entrega nos lo entrega pero de una forma un poco más compacta aunque tenemos un amplio mapa que explorar. En pocas palabras a lo que me refiero es que lo esperaba un poco más grande pero en casi todos los momentos se puede ver como Techland le puso mucho empeño, haciéndolo un juego bastante ambicioso para el estudio.
En conclusion
Dying Light: The Beast es esa continuación que necesitábamos pero que nos tocó esperar alrededor de 10 años experimentar una vez más experimentar al personaje que nos entregó largas horas de juego. En esencia esta es una de las mejores versiones de la franquicia en general ya que brinda balance entre lo clásico y lo moderno aunque la intriga en la historia pudo ser algo mejor además de que el tema gráfico debía sentirse más a la altura de esta generación. El motor gráfico está siendo exprimido y sorprende con el nivel de detalle junto a los paisajes que Castor Woods ofrece pero para ser un juego moderno esperábamos algo de mayor peso. Un rendimiento excelente, unas largas horas de exploración y por supuesto mucho miedo durante la noche es lo que convierte esta entrega en la que todo fanatico debería intentar. Este review fue realizado en PC y la copia del juego es gracias a Techland.