Si vas a Japón y quieres evitar la cárcel, una cosa que definitivamente no debes hacer es… vender datos de guardado de videojuegos, aparentemente. A través de SoraNews24, Ichimin Sho, un ciudadano chino de 27 años, fue arrestado ayer por vender datos de guardado modificados (pirateados) de The Legend of Zelda: Breath of the Wild por 3.500 yenes (31,77 dólares) a través de un sitio de comercio electrónico japonés en abril. Sho había descrito los datos en su anuncio como “los datos de guardado definitivos”, ya que podían aumentar las estadísticas de Link de la forma que se deseara y facilitar la obtención de objetos, pero la Policía de la Prefectura de Niigata lo detuvo por violar la Ley de Prevención de la Competencia Desleal.
Más concretamente, se le acusó de “prestar servicios para eludir las restricciones técnicas” que Nintendo había impuesto a Nintendo Switch, aunque los datos de guardado de Breath of the Wild fueron realmente modificados por un cómplice actualmente no identificado. Sho confesó el delito y admitió haber ganado unos 10 millones de yenes (90.754 dólares) en total por la venta de datos de guardado de videojuegos modificados desde diciembre de 2019.
Por un lado, 10 millones de yenes es mucho dinero, pero por otro lado, hackear algunos datos de guardado para permitir que personas individuales se diviertan más fácilmente con un juego no competitivo no parece que justifique arrestos. Eso parece más bien una cuestión de demandas civiles, y Nintendo tiene mucha experiencia en demandar a la gente. No obstante, es la segunda vez este año que se detiene a alguien en Japón por vender datos de juegos modificados o pirateados, y el primer caso fue por Pokémon Sword and Shield.
Si estos datos de guardado de Breath of the Wild modificados te hacen pensar en más detenciones en Japón, echa un vistazo al tipo que desafió la gravedad para robar cartas de Pokémon, al hombre de 56 años que agredió a un amigo por Pokémon GO o al imbécil de mediana edad que envió amenazas de muerte a Square Enix
