Una montaña rusa emocional y una tormenta de sentimientos entremezclados, con mucha frustración incluida, son lo que sentimos al jugar lo que bien podría ser la más exquisita combinación de Assassin’s Creed clásico y de lo que nos han traído las últimas 3 entregas.
The Siege of Paris es la última expansión del afamadísimo y exitoso Assassin’s Creed Valhalla; la última entrega de la saga que dió muchísima agua de beber y una cantidad generosa de pasos en la dirección correcta luego del distanciamiento que tomaron sus antecesores del factor narrativa, continuidad, y sobre todo, jugabilidad.
En la expansión seguimos acompañando a nuestro vikingo favorito, Eivor Wolf-Kissed; en una aventura que nos lleva a los años tempranos medievales de la colonia francesa, a hacer un tanto más de lo mismo, pero con sazón de muchísima más calidad.
La Trama
Eivor es convocado por el rey de la colonia escandinava de Francia con una propuesta de alianza, lo cual nos lleva a involucrarnos nuevamente en los esquemas políticos, ideológicos y, no menos importante, religiosos de la época.
Al llegar, nos damos cuenta que la situación no pinta bien y que de no ponersele algún tipo de detenimiento de raíz, la crítica circunstancia podría extenderse hasta Inglaterra, localidad de Ravensthorpe y del “Clan Del Cuervo”. Es evidente que hay agitación política y religiosa a lo largo de la colonia francesa. Producto de las imposiciones radicales de una Iglesia Católica que ya empieza a mostrar semblanza de lo que en entregas anteriores del videojuego conocemos como “La Orden Templaria”.
Queda de nuestra parte la búsqueda de soluciones y la mandatoria toma de decisiones que pondrá en nuestras manos el intento de una negociación pacífica o de resolver las cosas de una manera más física y rudimentaria.
Y volvemos a jugar Assassin’s Creed… Nuevamente.
La cantidad de aspectos que El Asedio de París decide incluir en el juego que logran que Assassin’s Creed Valhalla se sienta como una entrega clásica fué increiblemente agradable.
La expansión hace un rebalance complete donde trae a los enemigos a un nivel veterano y con un nivel de inteligencia artificial superior. Esto fomenta que tomemos aproximaciones más estratégicas y nos enfoquemos más en resolver nuestras misiones de manera silenciosa haciendo uso del sigilo, los asesinatos y las diferentes trampas ambientales que encontramos a lo largo del nuevo mapa.
No fue menos que gratísima la sorpresa de encontrarnos de nuevo con las misiones de “asesinato en caja Negra”, major conocida como “Black Box Assassinations”; lo cual fué una de las caraterísticas más alabadas de antecesores como “Assassin’s Creed Unity” y “Assassin’s Creed Syndicate”. Las cuales nos encierran en un reciento extenso y sumamente elaborado, con distintas entradas, caminos, estímulos situacionales, y personajes no controlados que pueden facilitarnos la situación al suministrarnos pistas o hasta ayuda en lograr nuestro objetivo. Por primera vez en 6 años vemos misiones que están exclusivamente enfocadas en la mística que convirtió a Assassin’s Creed en un gigante de los juegos de rol.
Siguiendo con cosas de importancia… Ubisoft demostró una vez más que quizá los fans que son más vocales sobre sus defectos como desarrolladora han sido un poco duros e injustos, ya que nuestras aventuras francesas fueron prueba de que Ubisoft escucha las opiniones de sus seguidores y busca conceder y complacer dentro de lo posible. Prueba de ello es la tan esperadísima adición de espadas de una mano a la variedad de armamento único y no-vendible del cual disponemos en Valhalla. A la actualidad, hay 7 espadas de una mano distintas con su propio set de combos, movimientos y “finishers”, que de igual manera podemos usar una en cada mano. Junto a las espadas, no menos bienvenido es el lanzamiento de la variedad de hoces (como las de Puro Hueso) que, por muy exagerado que parezca (lo es), podemos de igual manera llevar una en cada mano.
Mejoras de calidad de vida
Por otra parte, Ubisoft ha mejorado de una manera sustancial el nivel de accesibilidad y facilidades de las configuraciones, desde el manejo de sensibilidad para aquellos que optan por jugar mouse y teclado, hasta interacciones dentro de la interafase humana HUD del juego.
Entre las mejoras también encontramos mejoras adicionales al rendimiento del juego donde ya tarjetas gráficas de menor poder pueden moverlo sin inconvenientes, y aquellas de poder medio a alto pueden activar funciones tan demandantes como los vapores volumétricos sin perjudicar el desempeño y los recuadros por segundo.
Conclusión
Es no menos que frustrante ver como esta expansión, sin hacer un intento muy salvaje ni mucho menos, logra capturar la esencia de lo que engrandeció a Assassin’s Creed como franquicia. Ubisoft definitivamente sabe lo que es necesario para hacer una entrega maravillosa de Assassin’s Creed; sabe cual es la dirección correcta; y sabe lo que debe tener un buen juego de Assassin’s Creed a nivel de cualidades desde lo objetivo.
Siege of Paris es un buen par de docenas de horas adicionales de entretenimiento y exploración de un nuevo mapa lleno de sorpresas y momentos valiosos. Este review fue realizado en PC y la copia del juego fue gracias a Ubisoft.