Desafortunadamente, como era de prever, la facción más intolerante de los seguidores de la franquicia de Harry Potter no tardaron en manifestar su descontento con la elección del casting, para la adaptación televisiva de HBO. Las críticas se han centrado especialmente en la actriz que interpretará a Hermione Granger, Arabella Stanton, quien ha sido objeto de comentarios racistas.
Tras un largo proceso de selección, se anunció que los jóvenes debutantes Dominic McLaughlin, Arabella Stanton y Alastair Stout serían los encargados de interpretar a Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley en la adaptación televisiva de la popular saga literaria de J.K. Rowling, producida por HBO para su plataforma de streaming HBO Max.
Si bien el hecho de que el público insulte a actores por ser elegidos para roles ficticios es reprobable, la situación se agrava al tratarse de niños de alrededor de 10 años. Ante esta oleada de odio, HBO ha comenzado a implementar medidas para proteger a los jóvenes intérpretes.
No pocos fans expresaron una reacción muy negativa al casting, una tendencia que ya se había manifestado con la confirmación de Paapa Essiedu, un actor de raza negra, para el papel de Snape.
Los ataques racistas se dirigieron particularmente hacia Arabella Stanton, cuyo tono de piel moreno provocó que muchos la etiquetaran como la «Hermione negra», entre otros comentarios ofensivos. La gravedad de la situación escaló hasta el punto de que HBO se vio obligada a desactivar la sección de comentarios de su publicación en Instagram para detener el flujo de odio dirigido a la actriz y al resto del elenco infantil.
A pesar de esta lamentable reacción, también fueron numerosos los fans que mostraron su entusiasmo por la elección del casting y defendieron a los jóvenes actores, argumentando que el acoso a niños es inaceptable, independientemente de las opiniones sobre la selección del reparto para la serie.
Este incidente subraya la persistente toxicidad que puede surgir en ciertas comunidades de fans ante cambios o interpretaciones diversas de obras queridas, y la necesidad de que las plataformas y productoras tomen medidas para proteger a los involucrados.