Microsoft comenzó a mover discretamente la producción de consolas Xbox fuera de China, en una estrategia que busca reducir el impacto de los aranceles internacionales y mejorar la sostenibilidad de su cadena de suministro.
La decisión llega tras dos aumentos de precio en 2025, que elevaron el costo de la Xbox Series X a 650 dólares, un incremento de más del 30% desde su lanzamiento.
Según fuentes citadas por Nikkei Asia, el plan incluye trasladar la fabricación de componentes, ensamblaje y nuevos productos fuera de China a partir de 2026, afectando no solo a Xbox, sino también a Surface y servidores. Aunque parte de la producción podría mantenerse en la región, el objetivo es evitar pérdidas en cada venta, ya que Microsoft no obtiene ganancias directas por cada consola vendida.
Este cambio coincide con el desarrollo de una nueva generación de hardware Xbox, que incluirá consolas, dispositivos portátiles, PC y soluciones en la nube. Sarah Bond, presidenta de Xbox, confirmó que todos estos productos están en fase de prototipo y diseño.