Las consolas Xbox han usado un controlador un poco más grande que sus competidores y muchos han elogiado el diseño. De hecho, algunos incluso han calificado a los controladores de Xbox como los mejores del mercado. No obstante, parece que estos controladores ampliamente disfrutados todavía tienen problemas, y ahora se están abordando a través de una demanda colectiva. La acción legal se ha emprendido para abordar problemas de drift y refleja una demanda colectiva reciente de Nintendo.
El drift de Joy-con llegó a los titulares cuando se reveló que un niño estaba demandando a Nintendo por el problema. El niño, con la ayuda de su madre, estaba demandando a la empresa por vender productos que se sabía que tenían fallas. La falla se basa en el joy-con stick que se sabe que se atasca o necesita realineamiento poco después de ser comprado, a pesar de que los consumidores usan los sticks de la forma en que los fabricantes pretendían. Curiosamente, la demanda basada en Xbox también está adoptando una postura similar y se está enfocando en lanzamientos defectuosos.
Varias personas afirman que los controladores de Xbox se mueven por sí mismos y que el problema con el dispositivo se produce rápidamente después de la compra inicial. Donald McFadden, quien se enfrenta a la compañía de juegos, afirma que los jugadores que pagan para reparar los problemas del controlador después de la garantía de 90 días en realidad están pagando para solucionar un problema del que Xbox está al tanto. La demanda alega:
“Microsoft no revela a los consumidores que los controladores de Xbox están defectuosos, lo que hace que falle el componente del joystick. Los miembros del público en general tienen derecho a conocer los defectos latentes de los componentes del controlador de Xbox“
McFadden también señala la experiencia personal con el controlador Xbox Elite y señala que tuvieron que reemplazar el controlador solo para encontrar los mismos problemas de drift unos meses después.
Será interesante ver cómo responde Xbox a esta acción legal. Es probable que la empresa se muestre reacia a aceptar la responsabilidad, ya que puede conducir a cambios costosos y duraderos para controlar la producción. Del mismo modo, los consumidores querrán tener controladores que no estén diseñados para romperse, como esta acción legal y el caso de Nintendo antes sugerido. Teniendo esto en cuenta, este puede ser un caso importante para establecer un mayor estándar de controladores en el futuro.