Microsoft acaba de revelar sus resultados financieros del primer trimestre del año fiscal 2026, y las cifras no pintan bien para Xbox. La división de videojuegos perdió $113 millones en comparación con el mismo periodo del año anterior, cayendo de $5.621 millones a $5.508 millones en ingresos. El golpe más duro vino por el lado del hardware: las ventas de consolas se desplomaron un 29%.
Xbox venía de lanzar títulos bien recibidos como Ninja Gaiden 4 y The Outer Worlds 2, pero ni eso bastó para frenar la perdida masiva. La compañía también enfrentó una ola de cancelaciones de Game Pass, sumada a su retirada de tiendas como Costco, lo que dejó a la marca en una posición incómoda.
Aunque los ingresos por contenido y servicios subieron un tímido 1%, fue gracias a terceros y al propio Game Pass. El contenido first-party, en cambio, sigue en declive. Y mientras Xbox intenta expandirse a otras plataformas, como con el anuncio de Halo: Campaign Evolved en PlayStation, la comunidad se pregunta si la marca no está perdiendo su identidad en el proceso. Tratando de subir los números como sea.
En contraste, Microsoft como empresa va viento en popa: ingresos netos al alza y beneficios operativos sólidos. Pero en el campo del gaming, Xbox está perdiendo por bastante. Y 2026, con lanzamientos como Fable y Forza Horizon 6, será decisivo. Porque si esos títulos no salvan la situación, el futuro de la consola podría ser oscuro.