Por alguna razón, las ciudades utópicas en los videojuegos suelen ser tan intrigantes como desafiantes. Y esto lo hemos disfrutado anteriormente en la trilogía de Bioshock, a quien no podemos dejar de citar en este Review debido a que el juego que analizáremos a continuación contrasta mucho con dicha Obra maestra (al menos hicieron un buen intento).
Los juegos de supervivencia de mundo abierto se han convertido en algo común en los últimos años, pero ninguno de ellos es ni de lejos tan interesante y único como We Happy Few, donde la adaptación a la supervivencia es la clave de este título del cual te daremos nuestra más justa opinión, basada en nuestra experiencia tras habernos enganchados durante largas horas a esta magnífica aventura que nos brinda Compulsion Games.
Historia:
We Happy Few está ambientado en un pueblo británico llamado Wellington Wells en 1964, donde un «Imperio alemán» no nazis ganó la Segunda Guerra Mundial después de que Estados Unidos decidiera permanecer neutral. Mientras estaban bajo ocupación alemana, la gente de Wellington Wells hizo algo terrible, tan terrible que eligieron borrar sus recuerdos con un alucinógeno eufórico llamado ‘‘Alegría’’, una poderosa droga que causa una sensación de bienestar total en quienes la toman. La actual ciudad del juego se ha convertido en un estado policial sofisticado y multicolor de alta tecnología, donde ser una persona «moralista» opuesto a la drogas es ilegal y cada ciudadano respetable tiene una máscara permanentemente sonriente.
La falta de alegría clasifica al jugador como una «decepción», algo que es detectable externamente por quienes le rodean, y de inmediato los vuelve hostiles.
Nuestra aventura inicial comienza con un personaje principal del juego que es un empleado del buró de censura llamado Arthur Hastings, que deja de lado su dosis de píldora de ‘‘Alegría’’ cuando la historia de un periódico le atrae viejos recuerdos de su hermano perdido hace mucho tiempo. Esta negación a no tomarse su píldora diaria provoca reacciones violentas en sus colegas. Después de un audaz escape de la oficina, nos encontramos en Garden District, fuera de la ciudad, y desde este momento comienza nuestro viaje.
Personajes:
A pesar de que iniciamos con Arthur Hastings, después cambiamos a su amiga de la infancia, Sally Boyle, una química enfocada en el sigilo que está criando en secreto (e ilegalmente) a un bebé. En último orden terminamos manejando a un antiguo vecino de Sally, de nombre Ollie Starkey, un veterano militar que prefiere la fuerza bruta y alucina el fantasma de su joven hija. Podríamos decir que las historias de los personajes se entrecruzan, pero cada uno busca la redención para un arrepentimiento que lo consume todo, mientras tratan de sobrevivir en un mundo donde el arrepentimiento es un pecado mortal.
Objetivos:
Toda la aventura se basa en misiones principales y secundarias, útiles para obtener elementos esenciales para escapar. El trayecto se basa por completo en una narración bien definida, en la que aprendemos a conocer nuestra propia personalidad interna, y es que hay motivaciones de sobra para convertirnos en fugitivos, donde por la mera supervivencia nos vemos obligados a elaborar un plan de escape para cada situación.
Habrá muchos aspectos para prestar atención para sobrevivir, y la primera y más importante lección que se nos enseña es adaptarnos al resto de los ciudadanos con vestimenta y actitudes donde debemos fingir que damos uso a la «alegría diaria». Eso sí, que no debemos olvidar que nuestro personaje en uso necesita comer, beber y dormir como cualquier otro ser humano para mantener nuestras bonificaciones de habilidades de combate en buena lid.
Como en todo buen juego de Supervivencia de aspecto RPG, en We Happy Few tenemos habilidades que tendremos que ir adquiriendo y/o actualizando para mejorar a nuestros personajes.
Aspecto técnico, mecánicas del juego y jugabilidad:
Visualmente, We Happy Few es impresionante, pues nos envuelve en un rol de supervivencia convincente, un mundo intrigante y oscuro, y una presentación ejemplar. Este juego te permite jugar varios tipos de atmósferas ya sea durante las noches oscuras y lúgubres o los días vibrantes y soleados.
Las animaciones son aceptables, las grabaciones que vamos escuchando a través de nuestra aventura no tienen un gran impacto en nuestras acciones (como lo eran en BioShock), las mecánicas de sigilo, que son el centro de atención en gran parte del juego, simplemente no son tan refinadas., incluso podemos afirmar que el sigilo tiene problemas. A veces los enemigos te miran directamente y no reaccionan. Eso sí que una vez que lo hagan, podrás luchar o huir, ya que ambas opciones permanecen latentes en cuanto a la jugabilidad.
Como le sucede a la mayoría, este juego que pudo ser una obra de arte mayor, ‘pero’ se ve severamente afectado por las malas respuestas al control, tanto al golpear como al bloquear podemos experimentar fallas constantes que dificultan el combate. Correr o esconderte pueden resultar frustrantes. Es como si el juego tuviera una pérdida de sincronización en tales acciones.
Conclusión:
We Happy Few es un juego de altas y bajas. Desde luego, está lejos de ser perfecto, con mecánicas de sigilo cuestionables, y una jugabilidad a veces distorsionada. Sin embargo, es justo aclarar que el titulo también ofrece un mundo totalmente único lleno de personajes y lugares interesantes. La esencia del juego tiene mucha intriga y puede resultar adictiva hasta el punto de verte muy motivado a terminar la historia. Si puedes mirar más allá de los defectos, este juego es para agregarlo a tú biblioteca y de inmediato aventurarte a esta atmósfera llena de alucinaciones.
Este review fue realizado en una consola Xbox One X y la copia del juego fue gracias a Gearbox Publishing.