En el más reciente Nintendo Direct, fue presentado el extraño pero interesante RPG Voice of Cards: The Isle Dragon Roars. Es un juego de rol, creado como si fuera un juego de cartas, el cual las utiliza para presentar los elementos conocidos del género, además de tener un componente más de azar al utilizar dados para algunos movimientos.
Algo que llama la atención de VoC, es que tiene detrás de su desarrollo al equipo de Yoko Taro, los creadores de NieR. Como un experimento de algo ya conocido les diremos que tal nos encontramos el título. Les adelanto que me ha provocado buenas sensaciones que les hará darle una oportunidad los amantes del género.
Un temible dragón renace
Voice of Cards: The Isle Dragon Roars tiene una trama sencilla, en un reino cualquiera la reina ofrece la misión a valientes aventureros de derrotar a un temible dragón. Con la promesa de recibir una jugosa recompensa, nuestro protagonista decide embarcarse en dicha misión junto con su fiel amigo. Por el camino iremos conociendo a algunos de nuestros compañeros que se unirán en nuestra misión. En nuestras interacciones, tendremos que tomar una serie de decisiones que afectan la recta final del juego.
Como juego de cartas, todo se cuenta mediante este sistema, un narrador va comentando los acontecimientos mientras vamos decidiendo una serie de respuestas. Narra los diálogos, la interacción entre personajes e incluso comenta cuando realizamos una acción sorprendente en los combates. Tendremos situaciones de toda índole, cómicas, serias, difíciles, en cuanto a contenido no tendremos queja alguna.
Las cartas mientras pasan los diálogos, tienen animaciones para amenizar las conversaciones. Se deja notar la mano de Yoko Taro en la historia, aunque no es realmente larga, si que es sustanciosa, tiene personajes carismáticos, tiene un ritmo adecuado, sin embargo los personajes secundarios como NPCs son todos genéricos y se pierde la sensación de diferencia entre pueblos.
Es tu turno
Del lado de lo jugable, es un juego de rol tradicional disfrazado como juego de cartas. Tenemos un equipo de personajes que se enfrentarán a los desafíos, visitaremos pueblos, buscaremos pistas de objetivos, compraremos objetos y equipo. Habrán misiones secundarias, y hasta un mini juego, como no, de cartas también.
Este minijuego consiste en ir acumulando el mayor número de cartas posible antes que nuestro rival, mediante un mazo de 30 cartas que se irán repartiendo por turnos. Podemos combinar este juego con reglas como agregar efectos que nos beneficien o perjudiquen, lo que le da otro toque estratégico al minijuego de cartas.
No, no hay que construir mazos a lo Yu-Gi Oh! Cada miembro de nuestro equipo tiene diferentes movimientos como ataques normales y uso de habilidades por medio de cuatro ranuras. Las habilidades se pueden usar en la batalla a través del uso de gemas que se generan en cada turno. Las habilidades mas avanzadas requieren mas gemas para su uso, siendo un componente bastante estratégico, que nos da la opción de decidir el momento adecuado de usarlas.
Las batallas también poseen elementos aleatorios como el poder de los ataques especiales, o alteraciones de estados como la parálisis o envenenamiento, se define arrojando dados y depende de si sale un número lo suficientemente alto. Esto se combina con cartas de casualidad que cambian el poder de ciertos elementos o alteran las estadísticas de los personajes para un turno al azar. Como tal, las batallas se tratan de explotar las debilidades, equilibrar las habilidades del grupo y esperar que la suerte nos acompañe.
Para amenizar los combates, las cartas tienen animaciones sorprendentes como dar vueltas realizando acrobacias, para que se sientan fluidos. El combate es bueno, y mas al subir de nivel, lo cual reporta aprendizaje de nuevos poderes. Lo único que al principio se siente tedioso por lo de los combates aleatorios. También recorrer el mapa es igual de tedioso, ya que debemos elegir las casillas, para ir abriendo camino y ver que hay adelante.
En los mapas, tendremos eventos aleatorios que nos darán misiones secundarias, y el descubrimiento de cofres ocultos. Es una manera genial de evitar el tedio y motivar a la exploración completa de los mapas. Pero algunos son tan grandes que nos harán pensarlo dos veces para hacer recorrido.
Un juego de mesa en consolas
Su apartado gráfico es modesto, sin embargo destaca la parte artística. Las cartas tienen ilustraciones bastante geniales, combinadas con elementos en los escenarios en 3D. Las animaciones de las cartas, así como en los combates son un buen toque para no hacer la aventura muy estática. Lo malo, es que reutilizan muchos assets de personajes NPCs, no existen personajes secundarios relevantes dentro de los pueblos y esto le quita gracias.
Tal como los juegos de NieR, su banda sonora es igual de llamativa. A cargo de Keiichi Okabe, quien ha trabajado ya con el estudio en sus otros juegos. Muchas de las composiciones nos recordarán a los mismos juegos de NieR, además de la agradable voz del narrador que tiene un parecido a la Grimoire Weiss (Liam O’Brien).
Veredicto
Como ya se ha dicho, Voice of Cards: The Isle Dragon Roars es un juego RPG por turnos disfrazado como juego de cartas. Es una experiencia conocida con un sabor diferente, que tiene el toque de los juegos de Yoko Taro y su equipo. Un juego corto, para los estándares de los RPG, pero que no deja de ser una propuesta interesante para los amantes del género de rol.
Nota: Este review fue realizado en la versión de PS5 y el código fue cedido gracias a Square Enix.
