Una petición en Change.org que exige la renuncia del CEO David Baszucki ha superado las 49,000 firmas, y sigue creciendo con cada actualización. El detonante, han sido las múltiples acusaciones de que la plataforma no protege adecuadamente a los menores, incluyendo un caso reciente donde un adolescente fue presuntamente groomed y secuestrado por alguien que conoció dentro del juego.
Aunque Roblox insiste en que prioriza la “seguridad y bienestar” de sus usuarios, los escándalos no cesan. La situación se intensificó cuando Schlep, un creador de contenido conocido por exponer depredadores en la plataforma, fue baneado y recibió una orden de cese y desistimiento. Roblox argumenta que sus acciones “socavan los esfuerzos de seguridad” y aumentan el riesgo para los usuarios, aunque admite que Schlep tenía buenas intenciones.
Como respuesta, varios desarrolladores planean una protesta digital este 15 de agosto, cambiando sus íconos y miniaturas por el mensaje “FREE SCHLEP” para mostrar su rechazo al baneo.
Otro escándalo fue el reciente bloqueo que le hizo el gobierno de Qatar a Roblox en todo el país, alegando que buscan proteger a los niños y a la salud mental de sus usuarios.
Roblox, que alguna vez rompió récords con juegos como Grow a Garden y cuya moneda virtual llegó a superar el valor de divisas reales, ahora enfrenta una crisis de confianza que podría cambiar el rumbo de su imperio digital.