Lo que comenzó como unas cuantas publicaciones indignadas en redes sociales se ha convertido en una protesta masiva: miles de usuarios están cancelando sus suscripciones a Disney+, Hulu y ESPN en respuesta a la suspensión indefinida de Jimmy Kimmel Live por parte de ABC.
La decisión llegó después de que el comediante hiciera comentarios sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, lo que desató una tormenta de reacciones. Para muchos, la suspensión no fue una medida editorial, sino un acto de censura que pone en riesgo la libertad de expresión en la comedia y el comentario político.
Las redes sociales se llenaron rápidamente de capturas de pantalla mostrando cancelaciones, llamados al boicot y mensajes que acusan a Disney de “doblegarse ante la presión ideológica”. Algunos incluso han extendido la protesta a otras plataformas del conglomerado, como ESPN y Hulu, en lo que ya se perfila como una crisis reputacional.
Incluso Tatiana Maslany, protagonista de She-Hulk, instó a los fans a cancelar sus suscripciones como acto de protesta.
Algunos celebran a Maslany como “una genia” por su postura, otros la atacan por el fracaso de She-Hulk y la acusan de hundir aún más la reputación de Disney.
La controversia ha dividido a la audiencia: mientras unos celebran la suspensión como un acto de responsabilidad, otros ven en ella una señal preocupante de que el humor político está siendo silenciado.