Todo fue diversión y juegos para un hombre y su novia hasta que una simple queja por ruido de un vecino resultó en que los policías le dispararan y lo mataran a los cinco segundos de que abriera la puerta de su casa.
Ryan Whitaker abrió la puerta con un arma en su mano derecha, lo cual es legal en Arizona, pero hizo que la policía temiera por sus vidas, informa AZ Central.
Según versiones de testigos la policía nunca le dio la oportunidad de bajar el arma, lo que parecía estar tratando de hacer cuando un policía le disparó por la espalda tres veces.
“¿Por qué le dispararon?” La novia de Whitaker, Brandee Nees , gritó mientras cruzaba la puerta.
“Nos apuntó con un arma, señora”, dijo el oficial Jeff Cooke del Departamento de Policía de Phoenix .
“Porque está oscuro y alguien acaba de llamar a la puerta”, respondió Nees.
Cuando el oficial de policía de Phoenix, John Ferragamo, le preguntó a Nees si ella y Whitaker habían estado peleando, ella le dijo que solo jugaban videojuegos.
“Literalmente estábamos haciendo salsa y jugando Crash Bandicoot, así que puede haber algunos gritos de PlayStation, pero no fue violencia doméstica ni nada por el estilo”, dijo.
El incidente tuvo lugar el 22 de mayo después de que un vecino del piso de arriba llamara a la policía para quejarse del ruido.
“Tengo que ir a trabajar mañana y no voy a dormir”, dijo un vecino en la segunda llamada al 911 que hizo a la policía a las 10:44 p.m.
Cuando el operador preguntó si el argumento verbal se había vuelto físico, el vecino mintió y dijo que se había vuelto físico, pero solo dijo eso para que la policía respondiera más rápido, informa Pinac News .
“Podría ser físico”, dijo. “Podría decir que sí si eso hace que alguien se apresure. Traiga a alguien aquí más rápido “.
Los policías llegaron ocho minutos después y llamaron a la puerta con uno de ellos gritando “policía de Phoenix” antes de que ambos se hicieran a un lado, lo que dificultaba enormemente que alguien los viera por la mirilla.
Cuando Whitaker abrió la puerta con la pistola a su lado, los policías le iluminaron la cara con sus linternas, cegándolo antes de darse cuenta del arma.
Lamentable el suceso. Ojalá que casos como este no se continúen repitiendo.
