Ubisoft está explorando activamente la posibilidad de atraer nuevos inversores para formar una «nueva entidad» que englobaría algunas de sus franquicias más importantes, según un informe reciente de Bloomberg.
Esta iniciativa implicaría la venta de una participación minoritaria en la nueva empresa, y Ubisoft ya ha contactado a potenciales postores, incluyendo al gigante tecnológico Tencent, así como a diversos fondos de inversión tanto franceses como internacionales.
Según el informe, Ubisoft ha solicitado ofertas preliminares para este mes, lo que indica un avance significativo en el proceso. La «nueva entidad» incluiría franquicias clave como Assassin’s Creed, lo que demuestra la importancia estratégica de esta operación para el futuro de la compañía. Ni Tencent ni Ubisoft han emitido comentarios oficiales al respecto, aunque Ubisoft ha reiterado su compromiso de explorar todas las opciones posibles para la empresa, tal como se mencionó en sus recientes informes de ganancias.
La idea de una «nueva entidad» no es completamente nueva. Ya en enero, se informó sobre conversaciones entre Ubisoft y Tencent para crear una empresa conjunta que permitiría a la familia Guillemot mantener el control general de Ubisoft, mientras que Tencent obtendría una mayor influencia sobre ciertos activos. Sin embargo, en ese momento, no se había llegado a ninguna decisión firme. La reciente búsqueda de inversores sugiere que Ubisoft está avanzando en la reestructuración de su modelo de negocio.
Este movimiento se produce en un contexto de crecientes desafíos para Ubisoft, tanto internos como externos. La compañía ha enfrentado críticas por parte de accionistas minoritarios, quienes han convocado protestas en la sede de París, alegando falta de transparencia en las conversaciones sobre adquisiciones de propiedad intelectual con empresas como EA y Microsoft. La búsqueda de nuevos inversores y la creación de una «nueva entidad» podrían ser una estrategia para fortalecer la posición de Ubisoft en un mercado cada vez más competitivo y para abordar las preocupaciones de los accionistas.
Este movimiento estratégico busca fortalecer la posición de la compañía y abordar las crecientes críticas, al tiempo que se explora un modelo de negocio que asegure su futuro a largo plazo.