El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció, a través de su cuenta en Truth Social, que impondrá un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos.
Según él, «el negocio cinematográfico ha sido robado por otros países, como quitarle un caramelo a un bebé«, y culpa directamente al estado de California y a su gobernador por permitirlo.
La medida, que no tiene fecha de implementación ni detalles sobre cómo se aplicará, ha generado confusión y alarma en Hollywood. Grandes producciones como Avengers: Doomsday y Spider-Man: Brand New Day fueron filmadas completamente en el extranjero, lo que las convertiría en blanco directo de esta tarifa.
Si cumple su amenaza, sería la primera vez que básicamente impone un arancel a un servicio en lugar de a un bien tangible.
Expertos de la industria advierten que, si se lleva a cabo, podría paralizar la producción internacional y alterar profundamente los modelos de negocio de los estudios. Además, hay dudas legales sobre si Trump tiene autoridad para imponer este tipo de aranceles sobre servicios culturales, y la Corte Suprema ya tiene previsto revisar el caso en noviembre.
Con esta medida, Trump acaba de dictaminar algo que podría cambiar el guion y el futuro de Hollywood para siempre.