Donald Trump ha mostrado un marcado interés en revivir las comedias y películas de acción de los años 80 y 90, y entre sus obsesiones destaca la saga Rush Hour, el clásico buddy-cop protagonizado por Jackie Chan y Chris Tucker.
Según Semafor, Trump ha presionado directamente a Larry Ellison, dueño de Paramount y uno de sus aliados financieros, para que produzca una nueva entrega de la franquicia dirigida originalmente por Brett Ratner.
Trump ya había llevado su estilo “macho” a la política, elevando la lucha libre en la Convención Republicana y rodeándose de íconos como Stallone y Tyson en la Casa Blanca. Ahora, con Ellison al mando de Paramount y en negociaciones para adquirir Warner Bros. Discovery, el presidente ve una oportunidad para que sus gustos personales se conviertan en proyectos de gran escala.
La saga Rush Hour parecía enterrada tras la tercera entrega en 2007 y el distanciamiento de Warner con Ratner por acusaciones de conducta sexual inapropiada. Sin embargo, en el clima actual, donde ser “cancelado” se ha convertido en credencial dentro de ciertos círculos, Ratner ha recuperado protagonismo, incluso trabajando en un documental sobre Melania Trump.
Trump busca que su segunda presidencia no solo se recuerde por la política, sino por un enfoque cultural que revalorice el humor racial y la acción desbordada de otra época. El resultado podría ser un nuevo Rush Hour convertido en símbolo de su influencia cultural, aunque como toda tendencia ligada a un político, su impacto dependerá de cuánto dure el entusiasmo.
