Disney apostó por revivir Tron con Jared Leto como protagonista, con Tron: Ares, pero no logró despegar. En su primer día, la película recaudó $14.3 millones en EE.UU., una cifra que no solo queda por debajo de Tron: Legacy (que hizo $44 millones en 2010), si no que ni siquiera supera el debut de Morbius.
La nueva entrega, dirigida por Joachim Rønning (Maleficent: Mistress of Evil), se aleja del mundo digital para centrarse en escenarios reales, con Jeff Bridges como único regreso del elenco original. Aunque visualmente deslumbrante, la crítica la califica como “demasiado programática para conectar emocionalmente”, con un 57% en Rotten Tomatoes. Aun así, el público parece más optimista: 86% de aprobación y una calificación B+ en CinemaScore.
Con un presupuesto de $180 millones, Tron: Ares necesita mucho más que nostalgia para ser rentable. Y aunque cuenta con nombres como Greta Lee, Evan Peters y Gillian Anderson, la ausencia de Garrett Hedlund y Olivia Wilde se siente.
En redes, los comentarios no perdonan: “Todo lo que Leto toca perece”, “Es el ciclo Disney: revive Tron, fracasa, y lo intenta otra vez en 2040”. Y aunque algunos defienden la película por su estética y música, el consenso es claro, si ni Morbius se siente amenazado, algo no funcionó bien.