The Smashing Machine, el nuevo drama protagonizado por Dwayne «The Rock» Johnson, acaba de marcar el peor estreno en taquilla de su carrera como actor principal.
La película recaudó apenas 6 millones de dólares en su primer fin de semana, muy por debajo de los 20 millones que se proyectaban antes de que Taylor Swift anunciara su nuevo concierto fílmico. Ni con A24, ni con Emily Blunt, ni con una historia real, ayudo al estreno.
Además de que fue superada por One Battle After Another, también quedó lejos de otros títulos recientes de A24 como Civil War, que logró más de 25 millones en su debut. Con un presupuesto de 50 millones, el filme dirigido por Benny Safdie se convierte en una apuesta fallida para el estudio, que buscaba consolidar su salto al cine de mediano presupuesto con estrellas de alto perfil.
Lo irónico es que Johnson recibió elogios por su actuación como el luchador Mark Kerr, pero el público le dio un tibio B- en CinemaScore. El resultado es una película que le gusta a los críticos, pero no convence a las masas. Y para Johnson, es otro revés tras Black Adam y Jungle Cruise, que ya habían mostrado grietas en su imagen de “actor taquillero infalible”.
Si alguna vez Dwayne Johnson fue sinónimo de éxito instantáneo, hoy se convierte en símbolo de un público que ya no se rinde ante su presencia.