La próxima edición de The Game Awards ya tiene a sus nominados, pero la categoría de esports volvió a ser motivo de críticas. En “Atleta del Año” no aparece ningún jugador de T1, el equipo considerado la mejor plantilla de la historia de League of Legends, que acaba de ganar su tercer mundial consecutivo. Tampoco figura la organización a la que representan en la categoría de “Mejor Club”.
La ausencia de nombres como Faker o Keria resulta difícil de justificar, incluso si los Worlds 2025 terminaron demasiado tarde para ser considerados, fueron los campeones del año pasado. El hecho de ignorar el torneo más importante del año en uno de los esports más seguidos se percibe como un error de concepto y no tiene sentido.
No es la primera vez que ocurre algo similar. En 2023 se nominó como “Entrenador del Año” a Rémy Quoniam, pese a que había pasado ocho meses sin dirigir y él mismo pidió ser retirado de la lista. En 2022, ningún jugador de DRX, campeón mundial sorpresa, fue reconocido.
Para muchos, estas categorías no deberían de seguir, ya que los aficionados a los esports ya cuentan con premios especializados, mientras que quienes no siguen las competiciones apenas prestan atención.
La crítica apunta a que The Game Awards debería centrarse en ser una celebración de los videojuegos, en lugar de intentar abarcar todo y repartir premios solo porque sí.
