Me gustan las mezclas de géneros que funcionan en videojuegos, y una de ellas podría ser The Alters, el nuevo juego de ciencia ficción centrado en la supervivencia desarrollado por 11 bit studios. Si bien no había escuchado nada del juego hasta ahora, su propuesta de juego de gestión, narrativo, con toques de RTS, supervivencia y simulación me ha convencido.
El juego nos hace plantearnos preguntas como ¿Qué pasaría si en mi vida hubiera tomado una decisión importante diferente? Esta es parte de la propuesta de nos ofrece el juego. Como reza el título, el juego permite alterar momentos de nuestras vidas que fueron un punto de inflexión.
¿La mejor versión de mi?
En un tiempo en el que las megacorporaciones ya realizan viajes al espacio en busca de recursos, se ha descubierto un nuevo elemento llamado Rapidium cuyas aplicaciones prácticas se dice que puede cambiar el rumbo de la humanidad. En una misión hacía un planeta desconocido en busca del mencionado elemento, Jan Dolski es uno de los tripulantes que emprende el viaje. Sin embargo, un accidente hace que muera toda la tripulación a excepción de Jan pero la misión debe continuar.
Tras una serie de conversaciones con el control de la misión en Tierra, Jan debe crearse/clonarse a sí mismo pero será una versión que tomó un rumbo distinto en algún momento de su vida. Así es como conocemos a nuestro primer Alter, Jan Técnico, pero que no será el único. Según avance la trama, iremos creando otras versiones de Jan por medio del Rapidium para progresar en la historia y en la misión.
La historia se construye por medio de conversaciones que tendremos con los responsables de la misión, pero más importante aun es ver que cada Jan creado tiene su historia de fondo particular. Es interesante ver como el Jan Científico fue creado por la decisión de seguir sus estudios universitarios o el Jan Ingeniero que aceptó una oferta de trabajo rechazada por el Jan auténtico.
Sin embargo, The Alters trastea con la percepción del jugador al dejarnos preguntar, por que específicamente, Jan Dolski fue el único sobreviviente del viaje fallido. Además, el juego nos deja tomar decisiones que en un primer momento no parecen importantes pero que cambian el rumbo de la historia. El juego cuenta con varios finales, que no veremos en una sola partida.
Despierta, trabaja, clona, repite
The Alters se podría considerar un Fallout Shelter pero con un rol más activo. Tenemos dos objetivos clave: conseguir el elemento Rapidium y sobrevivir a las condiciones extremas del planeta. Para esto debemos recolectar recursos, crear herramientas, nueva tecnología, explorar y crear otros Alters especializados en varias disciplinas. Con la ayuda del Centro de Mando en la Tierra, tendremos una idea de que cosas realizar, aunque la realización de cualquier tarea está a consideración del jugador.
El juego cuenta con un sistema de reloj, en el que se indican las horas productivas, ya que a ciertas horas el planeta emite una radiación dañina y Jan por su parte, debe descansar. De 7:00 a 20:00 horas podemos trabajar en la superficie o realizar cualquier actividad, luego de esas horas los Jan entran en estado de cansancio y debemos dormir. Es posible estar despiertos más horas de las debidas, pero esto traerá consecuencias al día siguiente y repercute en nuestra productividad.
Nuestra nave funciona además como base de operaciones y permite modificar los alojamientos, ya sea expandiendo los existentes o creando otros nuevos. Es altamente personalizable según nuestra conveniencia, sin embargo, el espacio y el peso es limitado. Tener mucho peso puede comprometer el desplazamiento entre zonas, lo que implica cargar menos recursos. Además, la nave podrá sufrir averías en cualquier alojamiento y debemos reparar lo más pronto posible.
A medida que avanzamos, iremos creando alojamientos, laboratorio, enfermería, invernadero, almacenes, para que la misión vaya sin contratiempos. Cada instalación tiene un propósito clave como dormitorios, curar lesiones, cultivar alimentos, y cargar más recursos.
Antes era ingeniero, ahora no estoy seguro
Una de las mecánicas clave del juego es crear los Alters, como ya dije, iremos creando diferentes versiones de Jan con distintas profesiones: Ingeniero, científico, técnico, mecánico, seguridad, etc. Cada uno también tienen distintas personalidades y necesidades, lo que implica estar pendiente del bienestar de cada uno. Además, debemos lidiar con peticiones o necesidades particulares, que de hacerlas o no repercute en sus estados de ánimo.
Para crear un Alter, primero debemos identificar una necesidad, ya sea una tarea especializada como minería, o tareas propias de un laboratorio. Luego pasamos al Ordenador Cuántico que es donde creamos los clones a partir de alteraciones en momentos clave de la vida de Jan. Sin embargo, una vez creado, debemos lidiar con el despertar del nuevo clon, ya que ellos entienden que son la versión original.
Debemos gestionar que realizan y cuando lo hacen, además de mantener sus estados de ánimo y salud a tope. Es posible realizar actividades que los motiven, como noches de cine o conversaciones ocasionales. Si están felices rendirán mejor en sus tareas, mientras que si están tristes, cansados o heridos incluso pueden no estar disponibles para trabajar. Es un sistema algo agobiante, pero si sabemos jugar nuestras cartas puede ser divertido.
Para crear cualquier insumo, debemos tener recursos y estos se consiguen en la superficie del planeta, que tiene disponible: metales, orgánicos, y el bien preciado Rapidium. Para recolectarlos, primero debemos escanear la zona y luego se nos permite crear estaciones de recolección que envían directamente a la nave los recursos. Sin embargo, debemos tener espacio disponible para el almacenaje, y saber que si y que no podemos llevar.
A nivel visual, el juego fue creado con el Unreal Engine, y aunque se ve bien, tengo las quejas de siempre, de ese efecto de desenfoque. No se ve mal, pero nada que destacar. Al menos, la ambientación de un planeta desolado con sus diferentes biomas está bien trabajado y no se aprecian bugs visibles.
Al menos su banda sonora nos hace sentir que realmente estamos en un mundo desolado y cuenta con buenas actuaciones de voz en inglés. Me ha gustado como el mismo actor que representa todas las versiones de Jan Dolski, ha dado un tono de voz diferente a cada uno. Por ejemplo, el Jan Técnico es más rudo y su voz es más grave, mientras el Jan Científico suena mucho más intelectual.
Veredicto
The Alters es una experiencia diferente que destaca por su narrativa, mecánicas de gestión y toma de decisiones que pueden alterar cada partida. Cuenta con una premisa principal de creación de distintas versiones del protagonista, cada uno con su personalidad y profesión particular que agrega profundidad a la jugabilidad. Sin embargo, en ocasiones puede resultar abrumador, al tener que estar realizando muchas tareas al mismo tiempo. Técnicamente cumple pero no impresionante, pero como muchos juegos de Unreal Engine, algunos efectos visuales como el desenfoque afean el conjunto. Aun así, la ambientación está bien conseguida, y las actuaciones de voz, especialmente del protagonista en sus distintas versiones, son uno de los puntos más sólidos del juego.
Nota: Este review fue realizado en PS5 y el código fue cedido gracias a 11 bit Studios.