De acuerdo con reportes, xAI, la compañía de inteligencia artificial de Elon Musk, exigió que sus trabajadores entregaran información biométrica para entrenar a «Ani», su chatbot de género femenino; la firma reunió los rostros y las voces del equipo con el objetivo de hacer que los intercambios con este asistente virtual fueran más humanos.
Los empleados encargados de actuar como tutores de inteligencia artificial fueron instruidos para firmar formularios de cesión, los cuales otorgaban a xAI un permiso mundial y perpetuo para emplear, replicar y distribuir sus voces y semblantes. Todo esto era parte de un programa confidencial llamado «Project Skippy».
Algunos empleados se mostraron recelosos ante esta exigencia, les preocupaba que sus rasgos físicos o sus voces pudieran venderse a otras empresas o emplearse para crear vídeos deepfake, también les incomodaba el carácter sexual del chatbot y su estética de personaje anime, pese a estas inquietudes, la compañía les informó que aportar sus datos era «un requisito laboral para impulsar la misión de xAI».
xAI used employee biometric data to train Elon Musk’s AI girlfriend https://t.co/FFRDTkxBZs
— The Verge (@verge) November 5, 2025
Ani, un avatar anime con coletas rubias, se lanzó este verano para los suscriptores del servicio SuperGrok de X, esta polémica surge en un momento de creciente escrutinio sobre las prácticas de recolección de datos en la industria tecnológica.
