La mala recepción y el rendimiento de Suicide Squad: Kill the Justice League han tenido un impacto significativo en las finanzas de Warner Bros. Según el informe de ganancias del primer trimestre de la compañía, el juego ha generado $200 millones menos de lo esperado, lo que ha llevado a un deterioro del EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) de la misma cantidad.
Las razones del fracaso del juego son diversas. Por un lado, se enfrentó a una dura competencia por parte de Hogwarts Legacy, que tuvo un gran éxito en el primer trimestre del año pasado. Por otro lado, el propio Suicide Squad: Kill the Justice League sufrió varios retrasos y recibió críticas mixtas por parte de los jugadores, incluso antes de su lanzamiento completo.
Uno de los problemas más graves del juego fue un error que lo completaba automáticamente, lo que obligó a Warner Bros. a retirarlo de las tiendas justo después del lanzamiento del acceso anticipado. Este tipo de errores y la falta de pulido general del juego probablemente contribuyeron a la decepción generalizada de los jugadores.
El fracaso de Suicide Squad: Kill the Justice League es un duro golpe para Warner Bros., que ya estaba lidiando con otras dificultades en su división de juegos. La compañía ha anunciado que está tomando medidas para mejorar la calidad de sus futuros lanzamientos, pero queda por ver si estas medidas serán suficientes para recuperar la confianza de los jugadores y los inversores.
Este fracaso deja ver que un juego mal hecho puede tener un impacto devastador en las ganancias de una empresa, incluso si cuenta con una licencia popular.