Como si Madmind Studio no tuviera suficiente y no se conformó con el revuelo creado con Agony, el estudio nos trajo en 2021 a Succubus. Es una secuela/spin-off en la que uno se termina preguntando como es que un título como ese, se agenció una continuación. Fue un juego lanzado en principio para PC y ahora tuvo un lanzamiento para consolas, pero con la salvedad de que el juego tuvo que ser censurado para poder llegar a sistemas caseros.
Succubus es un juego de acción en primera persona, y al igual que el controvertido Agony, se ambienta en el infierno, donde paisajes desoladores y truculentos están a la orden del día. Sin embargo, la diferencia es que se hace, e incluso se abusa del erotismo con la exhuberante protagonista. Básicamente, presenciaremos escenas de todo tipo, desde violentas, grotescas y pasadas de tono. Succubus, no es un juego para débiles de corazón.
Escalando en el infierno
La historia nos lleva a seguir los pasos de una súcubo llamada Vydija, quien es una sacerdotisa de la lujuria en los infernales terrenos del inframundo. Tras el final de Agony, en el infierno todas las reglas legítimas fueron quebrantadas y las cosas están patas arriba. Es así como cualquier demonio medianamente poderoso, quiere reclamar el inframundo como propio, llevándose todo por delante.
Luego de ser traicionada por otros demonios bajo las órdenes de Baphomet, Vydija debe embarcarse en una búsqueda de venganza destrozando a todo aquel demonio que se interponga en su camino. Es así como nos abrimos camino a través de hordas infernales y de paso, ver tanta carne (en sentido literal y erótico) como sea posible, ya que la cantidad gratuita de desnudez y ultraviolencia vuelve a ser uno de los ganchos principales.
La reina del inframundo
A nivel de gameplay, básicamente, Succubus es un juego de acción en primera persona decente en el que podemos hacer uso de armas cuerpo a cuerpo y magia para acabar con nuestros enemigos. En eso, se diferencia de Agony en el que se enfoca en el terror y supervivencia. Aquí, en vez de tener que pasar desapercibido por los aterradores pasillos del infierno, debemos confiar en nuestras habilidades con las armas y nuestra magia demoníaca. Es una de las mejores partes del juego, aunque le falta profundidad al sistema de batalla.
Al iniciar el juego, contamos con un par de cuchillas y un hechizo de fuego. Sin embargo, a medida que avanzamos iremos desbloqueando constantemente nuevas habilidades y armas más poderosas, lo que ayuda a mantener el juego fresco en todo momento. Contamos con una buena variedad de armas diferentes con sus distintos estilos de combate que ofrecen cierta variedad. Tendremos las dos cuchillas que sirven como boomerang, una espada, una guadaña, y cada una cuenta con un ataque secundario.
Aunque los enemigos no son tan variados, respecto a que la mayoría están basados en diseños humanoides, se valen de la superioridad numérica para abrumarnos. Descuidarnos implica que perderemos salud, aunque derrotarlos nos la devuelve. Sin embargo, los jefes pueden suponer un reto, aunque al avanzar se sienten repetitivos e incluso hasta rotos.
Succubus ofrece una dosis decente de personalización en la que podemos adquirir mejores armas, armaduras y elementos estéticos. También podemos modificar el cuerpo de nuestra súcubu con nuevos peinados, rostros, color de piel, ajustar el peso corporal y el tamaño de los senos y caderas. Del lado de las armaduras, tenemos que poseen sus propias estadísticas y cambian la manera de jugar, ya sea tener más ataques de magia, recarga más rápida de los poderes o mayor velocidad.
Versión censurada
Sin embargo, aquellos que esperen presenciar escenas sexuales entre demonios, violaciones, abuso e incluso ver abortos provocados, no lo verán aquí. El juego tuvo que ser altamente censurado para que se pudiera comercializar en consolas. Esto implica ver cuadros de pixelados en las partes nobles tanto de la protagonista como de los enemigos. Es algo molesto, porque pueden distraer bastante al jugador, e incluso, evitar que veamos con claridad lo que sucede. Además, algunas escenas a pesar de la censura, se sabe que está sucediendo por lo que es algo innecesario. Se pudo haber optado por agregarles algo de ropa en vez de pixelar. Y no, no se puede desactivar la censura aquí.
Además, algunas escenas fueron eliminadas para esta versión por contener secuencias explícitas de índole violento o sexual. En la versión original y sin censura, Vydija se encuentra con mujeres embarazadas y les saca el feto a base de golpes. También, las escenas sexualmente explícitas tampoco tienen lugar en consolas. El problema es que algunas de estas escenas son parte de las mecánicas del juego como lo del aborto, que así es como se recupera salud y se guarda la partida. En su lugar, se reemplazaron por otra secuencia en la que Vydija bebe sangre de un cáliz.
Mejor se hubiera quedado en PC
Primero que nada, esta es una versión de PS4 corriendo en PS5 y los resultados son desastrosos. Gráficamente, el juego tuvo que sufrir recortes, pero de una manera muy obvia. Empezando con la puesta del juego desde el menú de PlayStation, cuando el juego carga la pantalla de inicio, luego de varios segundos, se queda en negro con los sonidos como si hubiera iniciado. Para que entre, debemos reiniciar varias veces hasta que lo logremos.
Ya en cuanto al rendimiento el juego sufrió un downgrade enorme, en la que texturas tardan en cargar, el juego corre entre los 30 y 40fps, los entornos se notan muy oscuros y la distancia del desenfoque varía demasiado. Por otro lado, el color del cabello de Vydija se supone que es rojo y en algunas escenas sale o amarillo o blanco. El juego viene doblado al inglés con unas actuaciones decentes y textos en español, pero nada que resaltar a nivel musical.
Veredicto
Succubus bien pudiera ser un interesante juego Hack & Slash con gameplay decente, sin embargo, la poca optimización gráfica y de rendimiento alejará a los fanáticos del género. A nivel de historia no hay mucho que destacar, salvo que es una continuación de Agony y que se amplia este universo. Se optó por censurar al juego con parches pixelados que mas que tapar, interrumpen la visión del jugador por ser muy invasivos. El sistema de peleas, sorpresivamente, tiene algo de profundidad y nos tendrá cortando demonios y pecadores con las diferentes armas que encontremos, aunque le falta pulido. Gráficamente, el juego hace un esfuerzo por mantenerse sin que nos saque de la partida, si es que hemos pasado de la pantalla de inicio. Quisiera recomendar el título si no nos molesta la violencia y desnudez gratuita, pero el hecho de que tenga que reiniciar varias veces el juego a ver si me permite jugar es para ni mirarlo.
Nota: Este review fue realizado en PS5 con la versión de PS4 y la copia fue cedida gracias a Madmind Studio.
