Valve volvió a pronunciarse sobre la Steam Machine, su próximo hardware, y despejó una de las dudas de su precio. Según Pierre-Loup Griffais, la compañía no planea subvencionar el costo para competir directamente con consolas, sino que lo ubicará en la misma franja que un PC armado con especificaciones similares.
El ejecutivo explicó que el precio aún no está definido porque hay factores “fluctuantes”, pero insistió en que la meta es ofrecer un “buen trato” en relación con el rendimiento. En otras palabras, la Steam Machine no será barata como una consola, pero sí buscará ser competitiva frente a un PC de escritorio.
Más allá del costo, Griffais destacó las ventajas que diferencian al dispositivo: su tamaño compacto, la silenciosa refrigeración y la posibilidad de encenderlo fácilmente con un control o un mando a distancia. Elementos que, según Valve, no existen en el mercado actual de PC y que podrían atraer tanto a jugadores novatos como a quienes prefieren comodidad frente a la complejidad de armar un equipo.
La discusión ahora gira en torno a si este enfoque logrará convencer a un público que ya cuenta con consolas y PCs potentes. Valve apuesta por un híbrido que no compite en precio, sino en experiencia.
La Steam Machine no será la opción económica que algunos esperaban, pero sí promete ser un dispositivo que redefine la relación entre potencia y conveniencia. El verdadero juicio llegará cuando Valve revele la cifra final y los jugadores decidan si esa “buena oferta” realmente lo es.