Lo que sea que Bungie esté cocinando además de Destiny 2 debe ser bastante especial, porque Sony está gastando $ 1.2 mil millones para garantizar que el personal del desarrollador no se vaya.
La compañía explicó durante su informe de ganancias que aproximadamente un tercio de su tarifa de compra de $ 3.6 mil millones se utilizará para “pagos diferidos a los empleados accionistas, condicionados a su empleo continuo y otros incentivos de retención“. En otras palabras, el gigante japonés está gastando mucho dinero para mantener unido al equipo.
El costo de la adquisición se cargará a gastos durante un período de varios años, con “aproximadamente dos tercios […] en los primeros dos años posteriores a la fecha de cierre”.
Las circunstancias no son idénticas entre todos los estudios bajo la tutela de PlayStation, obviamente, pero Sony le está dando total libertad creativa a Bungie, e incluso está gastando sumas exorbitantes de dinero para garantizar que el grupo no se divida. Si bien tiene sentido que el titular de la plataforma quiera preservar su compra al incentivar la retención de empleados en puestos clave.
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