Sony se enfrenta a un posible golpe económico de 680 millones de dólares debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Para mitigar estas pérdidas financieras, el gigante de PlayStation está considerando la posibilidad de aumentar los precios de su PS5 y accesorios.
Durante una reciente reunión con inversores, el director financiero de Sony, Lin Tao, insinuó que se están evaluando incrementos de precios, aunque no especificó si esto afectaría directamente a la consola PS5.
El CEO de Sony, Hiroki Totoki, sugirió una posible estrategia para evitar estos aranceles: trasladar parte de la producción de la PS5 a Estados Unidos. Actualmente, la mayoría de las consolas PlayStation se fabrican en China, lo que las hace susceptibles a un arancel del 30% impuesto por el gobierno estadounidense. Totoki considera que la producción local podría ser una «estrategia eficiente» para esquivar el impacto de los aranceles del presidente Trump. Aunque la PS5 se fabrica en diversas ubicaciones, la decisión de establecer o no una línea de producción en EE. UU. aún está en fase de análisis.
Hasta el momento, los consumidores estadounidenses no han experimentado los aumentos de precio de la PS5 que sí se han aplicado en otros mercados globales. Recientemente, Sony incrementó el costo de las versiones digital y estándar de la consola en el Reino Unido, Europa, Australia y Nueva Zelanda, citando factores como la inflación, las fluctuaciones en los tipos de cambio y las tendencias macroeconómicas. Curiosamente, el precio de la PS5 Pro se mantuvo sin cambios, mientras que la versión con lector de discos experimentó una ligera reducción.
La situación de Sony no es aislada, ya que sus competidores también se han visto obligados a ajustar sus precios. Se espera que varios juegos para la próxima Nintendo Switch 2 se vendan a 80 dólares, y Microsoft anunció recientemente incrementos en el precio de su hardware Xbox y sus juegos exclusivos.
La posible repercusión de los aranceles estadounidenses en Sony plantea un dilema sobre si la compañía absorberá los costos adicionales o los trasladará a los consumidores. La consideración de trasladar la producción a EE. UU. es una medida estratégica que podría mitigar el impacto a largo plazo. Sin embargo, en el corto plazo, los jugadores estadounidenses podrían enfrentarse a un aumento en el precio de la PS5 si Sony decide compensar las pérdidas potenciales.