Remedy Entertainment confirmó en su informe financiero que los remakes de Max Payne 1 & 2 sigue en plena producción, y lo mejor es que están trabajando “estrechamente y de forma productiva” con Rockstar Games. ¿Qué significa esto? Que los dos grandes detrás del legado de Max Payne están alineando sus visiones para devolverle al antihéroe su gloria con estilo moderno.
Remedy ya había demostrado su maestría con los originales, revolucionando el género con la mecánica de “bullet time” y una narrativa oscura que se volvió icónica. Luego, Rockstar tomó el relevo con Max Payne 3, y ahora ambos estudios están colaborando como si fuera una sola misión, algo que no es muy común de ver hoy en día.
Según el reporte, el equipo ha mantenido “un impulso constante” durante el segundo trimestre del año, lo que indica que el desarrollo no solo avanza, sino que lo hace con fuerza. Aunque no se sabe si el trabajo está dividido 50/50, lo que sí está claro es que Max Payne está en buenas manos.
Por ahora, Remedy y Rockstar están enfocados en hacer que el remake sea una obra digna del legado. Y si logran capturar la esencia del original con la tecnología actual, hay que prepararse para volver a esquivar balas en cámara lenta como nunca antes.