El reciente retraso de Grand Theft Auto VI hasta noviembre de 2026 podría implicar un coste adicional de aproximadamente 60 millones de dólares para Rockstar Games y su empresa matriz, Take-Two Interactive.
Según información compartida por el insider Tom Henderson, cada mes extra de desarrollo supondría cerca de 10 millones de dólares en gastos, lo que se traduce en una pérdida acumulada significativa debido a los seis meses de retraso.
Aunque el juego estaría técnicamente terminado, el estudio ha decidido extender el proceso para mejorar la calidad final del producto. Esta decisión, sin embargo, ha generado inquietud entre los inversores, reflejada en una caída notable del valor de las acciones de Take-Two tras conocerse el cambio de fecha.
El presupuesto total de GTA VI ha sido objeto de especulación desde hace tiempo, con estimaciones que lo sitúan como el proyecto más costoso en la historia del entretenimiento. A pesar de ello, se espera que el juego genere ingresos superiores a los obtenidos por GTA V en su primer año, con cifras récord en reservas anticipadas.
El CEO de Take-Two ha expresado confianza en el trabajo de Rockstar, asegurando que el estudio ofrecerá un producto de alta calidad. No obstante, el impacto financiero del retraso subraya la magnitud del proyecto y las expectativas que lo rodean
