Kyle Rowley, director de Alan Wake 2, participó en el podcast Behind The Voice, donde compartió detalles sobre su trayectoria e influencias en la dirección de este survival horror. Rowley, quien comenzó su carrera como desarrollador en Quantum Break, reveló que una de sus principales fuentes de inspiración ha sido la saga Uncharted de Naughty Dog. La calidad narrativa y la puesta en escena de estos juegos han marcado profundamente su visión, impulsándolo a buscar la excelencia en sus propios proyectos.
De hecho, Rowley expresó el deseo de que Remedy Entertainment sea reconocida como la «versión europea de Naughty Dog». Esta ambición, según relató, la compartió con el animador jefe de Remedy hace algún tiempo. La meta es clara: alcanzar el mismo nivel de calidad y reconocimiento que ha logrado Naughty Dog con sus producciones. Rowley enfatizó que este objetivo surge de su propia pasión por el tipo de juegos que crea Naughty Dog, caracterizados por una narrativa cinematográfica y personajes complejos.
Remedy ha demostrado consistentemente su talento para desarrollar juegos con historias profundas y una jugabilidad distintiva. Desde Max Payne hasta Control y Alan Wake 2, el estudio finlandés ha cultivado un estilo propio que combina acción, narrativa y elementos únicos que los diferencian de otras propuestas en el mercado. La búsqueda de la excelencia, inspirada en el trabajo de Naughty Dog, impulsa a Remedy a seguir innovando y creando experiencias memorables para los jugadores.
La influencia de Naughty Dog en la industria del videojuego es innegable, llegando a inspirar a otros estudios como Remedy Entertainment a buscar la excelencia en sus propias creaciones. La ambición de convertirse en la «versión europea de Naughty Dog» refleja el deseo de Remedy de alcanzar un nivel similar de calidad narrativa y técnica, consolidándose como un referente en el desarrollo de videojuegos con historias profundas y experiencias únicas.