La adaptación de acción real de «Blancanieves» ha generado controversia desde su anuncio, principalmente debido a la elección de Rachel Zegler como protagonista. La actriz ha sido objeto de críticas y ataques racistas, similares a los que enfrentó Halle Bailey con «La Sirenita», por no ajustarse a la imagen tradicional de la princesa Disney.
Zegler, en una entrevista con Vogue, defiende la visión de Disney y del director Marc Webb, destacando el equilibrio entre el clásico animado de 1937 y la sensibilidad actual. Subraya que la fortaleza de esta Blancanieves reside en su «corazón», su amor por la humanidad y su creencia en la bondad universal, cualidades que considera necesarias en el mundo actual.
“Es muy importante que el público sepa que Disney ha encontrado este hermoso y delicado equilibrio entre el clásico animado que todo el mundo conoce y ama de 1937, y al mismo tiempo, lo presenta a esta nueva generación”, dice.“Su superpoder es su corazón, no hay ningún poder sobrenatural que Blancanieves posea más allá de su amor por la humanidad, por todas las criaturas vivientes y su creencia fundamental de que hay bondad en todo, eso es algo que realmente creo que el mundo podría aprovechar más”, dice.
Rachel no es ajena a los comentarios negativos que los fanáticos han tenido sobre la cinta, pero reflexiona sobre esto: “Interpreto los sentimientos de la gente sobre esta película como pasión por ella y qué honor poder ser parte de algo por lo que la gente siente tanta pasión. No siempre vamos a tener los mismos sentimientos que todos los que nos rodean y todo lo que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros”.
A pesar de las críticas, Zegler adopta una actitud filosófica, viendo las reacciones como una muestra de pasión por la película. Reconoce que no todos compartirán la misma opinión, pero se enfoca en dar lo mejor de sí. Las críticas se intensificaron tras sus declaraciones en la D23 de 2022, donde describió a Blancanieves como «una líder» y cuestionó la actitud del príncipe en la versión original.
Estas declaraciones avivaron el debate sobre la modernización de los clásicos de Disney, polarizando a quienes celebran los cambios y quienes los rechazan. El 21 de marzo, con el estreno de «Blancanieves», el público podrá juzgar si la película logra el equilibrio entre tradición y renovación.