En una declaración que ha generado sorpresa y escepticismo en las redes sociales, la actriz Rachel Zegler, protagonista de la reciente adaptación live-action de «Blancanieves», reveló haber asistido a la proyección de su propia película en más de diez ocasiones. Según la actriz, su motivación principal para estas múltiples visitas ha sido la de experimentar en primera persona las reacciones del público, ya que considera que la película ha sido un «rotundo éxito».
Zegler incluso compartió una anécdota en la que supuestamente tuvo que esperar «horas» para poder ingresar a una sala de cine debido a las extensas filas de personas ansiosas por ver «Blancanieves». Esta afirmación contrasta significativamente con la recepción crítica y la tibia respuesta del público que la película ha cosechado hasta el momento, tal como se ha reflejado en las bajas calificaciones y la falta de entusiasmo generalizado.
Sin embargo, la aparente contradicción se ha vuelto aún más evidente tras la difusión de un video en redes sociales que supuestamente muestra a la propia Rachel Zegler en una sala de cine viendo «Blancanieves». Lo que más llama la atención es que la sala de proyección parece estar completamente vacía, con la actriz como la única espectadora presente. Esta imagen contrasta de manera drástica con sus declaraciones sobre largas filas y salas repletas de público.
La disparidad entre las afirmaciones de Zegler y la evidencia visual ha desatado una ola de comentarios y especulaciones en línea. Algunos usuarios han interpretado sus palabras como una estrategia de marketing para intentar impulsar el interés en una película que no ha logrado conectar con la audiencia. Otros, en cambio, han expresado incredulidad y han señalado la desconexión entre la percepción de la actriz y la realidad de la recepción de la película.
Esta situación se suma a la serie de controversias que han rodeado a la producción de «Blancanieves» y a las declaraciones previas de la propia Rachel Zegler, generando aún más debate en torno a la película y a la imagen pública de su protagonista. Mientras la actriz insiste en el éxito y la entusiasta respuesta del público, la falta de evidencia que respalde estas afirmaciones, e incluso la existencia de imágenes que sugieren lo contrario, plantean serias dudas sobre la veracidad de sus declaraciones y un posible narcisismo por su parte.