Sony ha confirmado que el PlayStation 5 se encuentra justo en la mitad de su ciclo de vida, a pesar de haber cumplido cinco años desde su lanzamiento en noviembre de 2020.
Según Lin Tao, directora financiera de la compañía, la intención es extender aún más la duración de esta generación, lo que sugiere que el salto al PS6 podría tardar más de lo habitual.
Aunque esto no implica necesariamente que falten otros cinco años para la llegada del PS6, sí marca una diferencia respecto a generaciones anteriores. Tao comparó el caso con el PS4, que sigue recibiendo soporte incluso después de más de una década, con una base activa de jugadores y lanzamientos ocasionales.
La tendencia de Sony ha sido alargar cada generación: cinco años entre PS1 y PS2, seis entre PS2 y PS3, y siete entre PS3 y PS4. Si se mantiene ese patrón, el PS6 podría llegar en 2028, ocho años después del PS5.
Con más de 84 millones de unidades vendidas y una proyección de alcanzar los 90 millones para finales de 2025, el PS5 sigue siendo un éxito comercial.
Además, el desarrollo de juegos triple A requiere más tiempo que nunca, lo que hace inviable reemplazar una consola en apenas cinco años. Si el PS6 llegara antes de lo previsto, estudios como Naughty Dog podrían quedarse sin lanzar un solo título exclusivo en esta generación.
