En la era de PS2, Xbox y GameCube, uno de mis juegos favoritos fue la trilogía de Prince of Persia. Lamentablemente, Ubisoft se ha olvidado de la franquicia y no ha recibido el mismo amor que por ejemplo, Assassin’s Creed. Sin embargo, eso está a punto de cambiar con el lanzamiento del remake de las Arenas del Tiempo, que ha sido retrasado de manera indefinida y del juego que nos ocupa, Prince of Persia: The Lost Crown.
Uno de los sub-géneros que ha tenido una gran proliferación en los últimos años es sin duda, MetroidVania. Con exponentes modernos como Axiom Verge, Blasphemous, Hollow Knight, Bloodstained: Ritual of the Night, entre otros destacables; Ubi decide dar el salto con Prince of Persia: The Lost Crown hacia este género.
Una isla maldita, un dios perdido y el tiempo atrapado
La historia de The Lost Crown nos lleva al antiguo imperio Persa en la que una guerra se está librando en contra de otro reino, cuando todo parece perdido, llegan Los Inmortales a salvar el día. Entre las filas de esta unidad especial del imperio persa, se encuentra Sargón, un joven guerrero impetuoso y muy hábil, siendo el más nuevo dentro de los Inmortales.
Tras una serie de acontecimientos, secuestran al heredero al trono, el príncipe Ghassan, y es llevado al Monte Qaf. El monte, otrora un lugar majestuoso que hoy día está maldito y lleva a la locura a quienes se adentren en ella, ya que Simurgh, Dios del Tiempo, ha desaparecido. Así es como Los Inmortales, deciden ir en rescate del príncipe y por el camino se encontrarán muchos obstáculos.
Lo cierto es que, si bien la trama es entretenida, al inicio del juego se notará algo genérica, hasta que avancemos lo suficiente y la historia tome fuerza. Presenciaremos varios giros interesantes que harán que este cuento vaya por otros rumbos. Debido a ciertos actos que presenciaremos, no todo lo que vemos es la realidad dentro del Monte Qaf.
Algo que me pareció interesante es, la mayoría de los juegos de la serie, de lo que menos hablan es del Reino Persa, sin embargo aquí se ha creado un lore muy rico en historia sobre Persia. Encontraremos extractos de documentos y cartas dejadas por otros personajes que enriquecen bastante este universo.
Casi volviendo a los orígenes
Muchos estuvieron escépticos sobre el cambio de género con The Lost Crown, pero debo decir que el juego funciona bastante bien. Primero, tenemos el componente de exploración del título, siendo que el Monte Qaf es un lugar que cuenta con más de 13 biomas diferentes. Cada nueva zona, cuenta a su vez con infinidad de secretos que debemos estar atentos para descubrir. Antes de iniciar, podremos elegir dos modos de juego: Modo Guiado, para los que quieren tener todas las referencias del mapa activas y Modo Exploración que permite descubrir al jugador todos los secretos a su bola. En cuanto a la dificultad, esta sería relativa y depende bastante de nuestra pericia con los mandos.
El mapa ofrece una configuración de semi-mundo abierto, pero claro, no es tipo GTA. Aunque pueda parecer lo contrario en principio, será bastante amplio y tendremos la opción a través de marcadores de posición, colocar balizas para volver a lugares que antes no podíamos y descubrir nuevos tesoros. Ciertas zonas que están bloqueadas, dan acceso a atajos con los cuales podremos acortar camino.
El Monte Qaf, cuenta con una zona central en la que tendremos a disposición, un mercader, una guía, una zona de entrenamiento y una herrera. Aquí se puede comprar nuevos elementos, obtener pistas si estamos atascados, probar nuevos movimientos de combate y mejorar nuestro equipamiento. Pasaremos mucho tiempo visitando esta zona. El juego, además de la exploración, también tiene mucho de plataformeo. Podremos encontrar lugares en los que veremos muchas trampas que sortear, y para esto dependeremos de las habilidades de Sargón. El backtracking dependerá mucho de las habilidades que iremos adquiriendo, por cierto, bastante interesantes.
Ampliando horizontes
Respecto a Sargón, como personaje es bastante hábil y cuenta con un set de movimientos que se van ampliando a medida que consigamos las Plumas de Simurgh. El control del personaje responde bastante bien y es muy satisfactorio recorrer los pasillos y recovecos del Monte Qaf. Las habilidades de Simurgh, están basadas en el uso del tiempo, y estas a su vez permiten resolver acertijos ambientales muy ingeniosos.
Otro punto importante es el combate. A través de las espadas duales, Qays y Layla, Sargón tiene ataques que van desde los normales, cargados, combos aéreos, y poderes especiales. Una vez que dominemos los controles de Sargón, podremos mantener los enemigos a raya. De hecho, el combate está diseñado para que realicemos los combos lo más largos posible para que el enemigo apenas tenga tiempo de reaccionar. Hay formas muy creativas de mantener un combo activo con el sistema de batalla, entre esquivar y hacer parrys.
Aparte de las espadas duales, Sargón obtiene también el Arco/ Chacram de Menolias. Esta arma sirve además de atacar enemigos para resolver ciertos puzzles, igualmente, de una manera ingeniosa. También, sirven para extender los combos
Prince of Persia: The Lost Crown adopta de otros juegos del género Metroidvania como Hollow Knight, el uso de amuletos. Estos amuletos tienen habilidades pasivas que nos sirven para complementar las nuestras propias, aunque no se combinan sus usos como en el juego del Team Cherry.
Los enemigos son muy variados y tienen diferentes maneras de atacarnos, por lo que no son meros monigotes que esperan su respectiva paliza. Muchos pueden deflectar nuestros ataques, otros los esquivan, otros son kamikazes y otros trabajan en grupo.
En cuanto a los jefes de nivel, muchos de ellos son del tamaño de una casa y tienen patrones de ataque algo predecibles, sin embargo otros, tienen set de ataques más elaborados y darán mucha batalla para ser derrotados. También, tienen cambio de fases, una vez llevemos su salud hasta cierto punto y se volverán más peligrosos.
Corona algo perdida
Una de mis quejas en cuanto al juego, es su apartado gráfico. No tiene nada de malo como tal, no se aprecian glitches ni bugs perceptibles, incluso, corre a 60fps y a 4K de resolución siempre que optemos por una opción u otra. Sin embargo, no tiene nada destacable y se antoja muy genérico casi como si fuera un juego para móviles. Ejemplos de juegos de este tipo con un excelente apartado artístico hay muchos como el propio Hollow Knight y Ori and the blind forest/ the Will of the Wisps, por poner un ejemplo. De hecho, el apartado artístico de Raymand Legends y Child of Light, que son de la propia Ubisoft, le hubiera quedado genial.
En cuanto al apartado sonoro, tiene piezas de corte épico, algunas con voces en persa y la mayoría instrumentales. Cada tema encaja muy bien con el tono general del juego. También destacar el genial diseño sonoro, desde los pasos de Sargón, cuyo sonido cambia dependiendo la superficie que esté pisando, hasta los sonidos de los escenarios suenan bastante bien. Viene doblado al castellano, con trabajos de voz, digamos correctos, y también viene doblado en persa, una tendencia que viene subiendo.
Veredicto
Prince of Persia: The Lost Crown da el salto al sub-género Metroidvania con una propuesta más que acertada. A nivel de trama, cuenta con una historia enrevesada en la que no todo es lo que parece, eso sí, tiene un inicio algo lento y algo predecible. A nivel general, el juego cuenta con ideas interesantes, algunas de las cuales ya hemos visto en otros juegos similares, pero no deja de ser un juego entretenido. Tendremos una variedad decente de enemigos, con diferentes formas de acabar con ellos, y se pueden destacar los jefes de nivel, muchos de los cuales tienen hasta dos fases dentro del combate. En cuanto al apartado técnico, no se ve mal, pero sus gráficos parecen sacado de un juego para móviles.
Nota: Este review fue realizado en la versión de PS5 y el código para revisión fue cedido gracias a Ubisoft.