El tropiezo de Concord, el shooter como servicio que cerró apenas dos semanas después de su estreno, ha dejado una marca profunda en PlayStation Studios. Según declaraciones de Hermen Hulst, CEO del Studio Business Group, la compañía seguirá apostando por nuevas IP, pero bajo con más control, más pruebas y menos riesgo desmedido.
En entrevista con Financial Times, Hulst explicó que el objetivo ahora es equilibrar creatividad con sostenibilidad. “No quiero que los equipos jueguen siempre a lo seguro, pero si vamos a fallar, que sea rápido y sin costar demasiado”, afirmó. Desde el cierre de Firewalk Studios, responsables de Concord, Sony ha implementado protocolos más estrictos para evaluar ideas antes de convertirlas en franquicias.
PlayStation cuenta con 20 estudios independientes que desarrollan exclusivos, pero solo aportan una pequeña parte de los ingresos totales. Aun así, su valor simbólico es enorme: definen la personalidad de la marca frente a Xbox y Nintendo. Por eso, Hulst insiste en que se debe “pensar en grande”, pero con medidas que eviten otro desastre como Concord.
La nueva regla es arriesgar, pero con cabeza. Porque en la era de los juegos como servicio, cada fracaso cuesta millones y puede borrar años de trabajo en segundos