Uno de los logros más amenos y trascendentes de la historia de los videojuegos es, sin lugar a dudas, la habilidad de poder jugar modos cooperativos en línea con amigos.
Muy lejos de la tensión, el estrés y los malos ratos que pueden venir de la mano con juegos competitivos PvP; un PvE en el que podamos completar misiones y tareas junto a nuestros amigos de confianza es una brisa de aire fresco.
Payday es una franquicia que siempre ha traído de la mano la tarea colectiva de robos coordinados en un formato de disparos en primera persona que ofrece diferentes desenlaces y opciones de ejecución.
Tenemos un nuevo diapasón aventuras virtualmente interminables junto a nuestros compañeros
Payday 3 es la tercera entrega de la saga que trae un compendio nuevo de mapas más grandes e intrínsecos y un cierto nivel de profundización en las interacciones.
La medalla de oro en mejoras entre versiones va para las mecánicas de tiroteo, las cuales han visto mejoras sustanciales y logran ponerse a la par con entregas competitivas.
Adjunto a eso, la variedad de armas y sus respectivos adjuntos ha visto crecimiento.
Lo mismo puede hacer que el juego resulte demasiado fácil para aquellos entusiastas del género que vengan de contrapartes competitivas con techos de habilidad altos.
Por suerte, la variedad en torno a los niveles de dificultad es amplia y la dificultad más alta nos hace pensar dos veces hasta el último paso.
Mejoras audiovisuales, pero no necesariamente donde queríamos…
Payday 2 es un punto de referencia a tomar a la hora de ver que tanto ha mejorado el bagaje artístico en el período de 10 años entre el lanzamiento de Payday 3 y su antecesor.
Uno de los primeros detalles en los que todos pondríamos atención es en el apartado gráfico; el cual, a toda sinceridad, no trae consigo el nivel de mejoras que esperaríamos en pleno 2023.
Adjunto a esto, la relación entre calidad gráfica y optimización no es particularmente buena.
Obviamente sujeto a potenciales mejoras futuras, la ejecución en general es inestable y la jugabilidad se siente pesada y turbia en entornos con relativamente poca demanda.
Por otra parte, desde lo personal sentimos mejoras sustanciales en temas de ubicación sónica y percepción auditiva.
En presencia de un sistema de sonido a la altura, de simple oído podemos triangular las localidades de todos los personajes en movimiento dentro de un mapa o precinto.
La experiencia sonora se ve acentuada por composiciones musicales que funcionan a la perfección a la hora de acentuar el nivel de tensión característico de perpetradores criminales metidos en la bóveda de un banco o joyería.
De igual manera hay evolución a la complejidad de la jugabilidad en general…
Abriendo posibilidades de una manera exponencial a la hora de ejecutar tareas con elegancia y sutileza.
Desde robar tarjetas de identificación para ciertas puertas en específico o teléfonos celulares con códigos QR, hasta buscar códigos de seguridad entre papeles o etiquetas que estarán perfectamente ligadas o camuflajeadas a su entorno en el mismo estilo de Prey y las campañas de las últimas Call Of Duty.
Una vez se llega a conocer el juego y sus respectivas mecánicas a profundidad es el momento en el que el trabajo en equipo habilita el robo de bancos más refinado de la historia y las máximas recompensas…
Danny Ocean estaría celoso!
Concluyendo…
Si bien existen cabidas a mejoras, Payday 3 sigue siendo esa experiencia amena que mezcla diversión entre panas y trabajo en equipo en la más tensa de las presentaciones.
Un juego que habilita diferentes tipos de ejecución y hace que jugar el mismo mapa con objetivos similares, pero ejecuciones distintas, haga que la creatividad nos de docenas de horas de juego a toda nuestra escuadra.
Este review fué realizado en PC gracias al código cortesía de Deep Silver