La reciente partida de Ozzy Osbourne el 22 de julio de 2025 ha conmovido al mundo del rock, pero su legado trasciende la música y llega al universo de los videojuegos. En 2020, coincidiendo con el lanzamiento de su álbum Ordinary Man, el ícono del heavy metal presentó Legend of Ozzy, un juego en 8 bits que capturó su esencia.
En este título, ya descontinuado, los jugadores controlaban un avatar de Ozzy con alas de murciélago, recolectando sangre para sobrevivir mientras esquivaban lobos, demonios y ojos malignos en un entorno retro.
Legend of Ozzy usaba la música de Ordinary Man como banda sonora, creando una experiencia inmersiva. El juego, aunque simple, reflejaba la personalidad excéntrica del cantante, con monedas para demostrar el valor del jugador y cruces verdes para recuperar salud. Producido junto a Andrew Watt, quien colaboró con artistas como Post Malone, el proyecto mostró la versatilidad de Osbourne, conectando con fans a través de un medio inesperado.
Más allá de este título, Osbourne dejó su marca en Brütal Legend (2009), donde dio voz al Guardián del Metal, un personaje clave que guía al protagonista en un mundo inspirado en el heavy metal. Con su humor característico y temas como Crazy Train, Ozzy reforzó la atmósfera del juego. También participó en una campaña publicitaria de World of Warcraft en 2008, autoproclamándose el “Príncipe de las Tinieblas” en un divertido enfrentamiento con el Rey Exánime.
Aunque Legend of Ozzy ya no está disponible, sigue siendo un testimonio del impacto cultural de Osbourne. Su incursión en los videojuegos, combinada con su carrera musical, demuestra cómo el “Príncipe de las Tinieblas” supo reinventarse. Los fans recuerdan estas colaboraciones como parte de su legado único.