En la negociación de 83 mil millones de dólares para adquirir Warner Bros., Netflix dejó claro que la división de videojuegos, Warner Bros. Games no tuvo peso en la valoración del acuerdo.
Gregory Peters, co-CEO de la compañía, explicó en una llamada con inversionistas que el área de gaming es “relativamente menor” dentro del panorama general, por lo que no se le atribuyó ningún valor adicional en la operación.
Y el ejecutivo fue tajante: “No les atribuimos ningún valor desde el principio, ya que son algo menor dentro del gran esquema de la operación”.
Aunque reconoció que Warner Bros. Games ha hecho “un gran trabajo” con títulos como Hogwarts Legacy, Peters subrayó que el negocio principal de Netflix sigue siendo el cine y las series. Además, los tropiezos recientes de la división, como el fracaso de Suicide Squad: Kill the Justice League y la cancelación del juego de Wonder Woman, refuerzan la idea de que el gaming no es prioridad en este momento.
El gigante del streaming apuesta por el contenido audiovisual como motor de crecimiento, mientras que el futuro de Warner Bros. Games dentro de la compañía parece quedar en un segundo plano. Las perspectivas son poco prometedoras para los estudios de videojuegos de Warner.
