Cuando se creó el sub-género Masocore o los juegos tipo Dark Souls, no nos imaginamos que trascendería los gráficos poligonales en 3D. He probado varios juegos 2D del género con gráficos Pixel-Art bastante buenos como Death Gambit, Salt And Sanctuary y Blasphemous, cada uno con sus particularidades. El pequeño estudio Still Running nos propone un nuevo juego en esa misma temática, Morbid: The Seven Acolytes.
Desarrollado por la casa Still Running y editado por Merge Games, Morbid: The Seven Acolytes una mezcla del genero Souls, ambientación Lovecraftiana, vista cenital y gráficos Pixel-Art que nos ofrece una experiencia única. Un juego de acción donde debemos pensar cada paso y cada movimiento para no terminar en el otro mundo.
Iniciamos nuestra aventura en la piel de una guerrera que despierta en un extraño lugar, la chica pertenece a una sociedad llamada La Orden Dibrom. Cada miembro de esta orden es entrando desde pequeño para enfrentar males de la oscuridad. Lamentablemente, uno de esos males acabó con casi toda la orden, y nuestro deber será derrotar a los Siete Acólitos.
Lo genial del juego, no es tanto la historia, sino como se cuenta. En los juegos Souls, por lo general, la historia la cuentan los objetos e incluso armas que encontramos. En Morbid: The Seven Acolytes, también junto con algunos personajes que encontramos que nos brindan misiones secundarias. Pero lo que mas destaca es su ambientación influenciada por la literatura de Lovecraft.
Desde el diseño de enemigos, hasta los lugares que visitaremos, tendrán ese matiz de Lovecraft. Aun así siempre tendremos la sensación de estar en peligro en cualquier esquina. En otras palabras, es un juego donde no podemos andar a lo loco.
El combate es mucho más metódico y estratégico que otros juegos, incluso puede resultar lento para los que les gusta la acción rápida. Sin embargo manejamos el flujo de los combates usando una combinación de ataques rápidos y lentos, bloqueo, sigilo y esquivar. Los que están acostumbrados al género jugarán de manera inteligente, haciendo del juego un desafío bastante decente que nunca se vuelve demasiado difícil, pero que si nos apresuramos nos castigará.
A medida que avancemos encontraremos armas que van desde espadas ligeras, espadones hasta grandes martillos, y todas tienen sus pros y contras, como es de esperar. Tenemos una barra de resistencia que obviamente sirve para las acciones de atacar, correr y esquivar. También encontraremos armas de fuego secundarias, pero tienen munición muy limitada, y lo mejor será guardarlas para ayudar en las peleas contra jefes.
Hay una mecánica interesante en Morbid que no tienen otros juegos, y es la barra de cordura. Dicha barra consiste en que si dejamos que nuestra cordura llegue a cero, saldrán unas venas azules en pantalla y comienzan a aparecer enemigos fantasmas, entre otros efectos. Esto dificulta todavía mas las cosas y da cierto añadido hardcore a la ya de por sí dificultad base.
Las armas se pueden mejorar mediante el uso de runas, glifos misteriosos que se encuentran a lo largo de tu aventura. Estos ofrecen beneficios como una mayor velocidad de ataque, daño elemental y habilidades para memar la salud de los enemigos. Sin embargo, una vez que colocamos una runa, habrá que repararlas a menos que usemos una herramienta de eliminación de runas, que a su vez destruye las runas, por lo que hay otro elemento de estrategia en juego para encontrar el mejor equilibrio. Para solventar esto, tenemos dos paquetes de armas disponibles, entre cuerpo a cuerpo y a distancia.
Sobre la progresión del personaje, también es diferente en Morbid: The Seven Acolytes. Realmente no hay un sistema de nivel como tal. Sin embargo, acumulamos experiencia que nos da puntos que podemos gastar en Bendiciones. Las bendiciones son beneficios intercambiables que cambian aspectos del personaje, como cuánta salud tiene, regeneración de resistencia, etc. Empezamos con dos bendiciones, pero tu capacidad aumenta a medida que avanzamos en el juego.
Gráficamente ya dijimos que Morbid tiene una vista cenital desde arriba con gráficos 2D pixel-art, que por alguna extraña razón nos acuerda a Diablo. A pesar de lo anterior, esto le da un toque único al juego, ya que nos hace entrar en la ambientación oscura que desprende la obra. Cada escenario hace un buen uso de las paletas y colores oscuros, sin crear ambientes que parezcan insípidos o descoloridos. Algunos entornos no se ven particularmente aterradores o espeluznantes, ya que se adaptan al aspecto que deberían tener una ciudad y los edificios, o un bosque poco iluminado cerca de un pantano.
Lo que se lleva la palma, son los aterradores enemigos que nos dan la sensación de que todo está retorcido. Poseen unos diseños únicos, aderezado con toda la sangre que hay esparcida por los entornos, siempre harán que estemos a la expectativa.
Como representante del género Souls, Morbid: The Seven Acolytes es una buena propuesta con una visión diferente. Tiene la dosis exacta de dificultad para no espantar a los neófitos, a la vez que ofrece el reto justo para los veteranos. Su apartado artístico inspirado en Lovecraft, mecánicas de juego bien implementadas y una historia oscura, son suficientes para tomar en cuenta este trabajo. Claro tiene sus correciones, pero no deja de ser un título interesante.
Nota: Este review se realizó en la versión de PS4 y el código fue cedido gracias a Merge Games
This post was last modified on 12/03/2022 11:48 PM
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