Moon Studios, reconocido por su excepcional talento en la creación de videojuegos y especialmente aclamado por la dirección artística y la narrativa emotiva sin diálogos de la saga Ori, se encuentra en una situación financiera crítica que amenaza su supervivencia.
Thomas Mahler, CEO del estudio, ha comunicado a través de un mensaje urgente y sincero en el canal de Discord que, a pesar de las expectativas depositadas en su último proyecto en acceso anticipado, No Rest for the Wicked, un ARPG que fusiona elementos de Diablo y Dark Souls y que ha mostrado mejoras significativas con cada actualización, las ventas no han alcanzado los niveles necesarios para asegurar la estabilidad económica del estudio.
Mahler explicó que, a pesar del lanzamiento de la reciente y sustancial actualización The Breach, que ofrece una gran cantidad de contenido, las ventas no han respondido como se esperaba. El CEO hizo un llamamiento directo a los jugadores que disfrutan del juego y están entusiasmados con futuras actualizaciones, instándoles a dejar reseñas positivas. Advirtió que, si no se produce una mejora en las valoraciones, existe un riesgo real de que el estudio tenga que cerrar en los próximos meses, principalmente debido al «review bombing» que ha afectado la percepción del juego y, consecuentemente, sus ventas. Mahler enfatizó que esta petición no es trivial, sino que el futuro del estudio depende de ello.
En un llamado a la acción, Mahler instó a los jugadores que ya han adquirido No Rest for the Wicked a dejar reseñas positivas si desean evitar la desaparición de Moon Studios. El CEO explicó el impacto perjudicial de las reseñas negativas, señalando que pueden contribuir a la desaparición del mismo estudio cuyo éxito desean ver.
Si las ventas no aumentan debido al impacto negativo de las reseñas, las críticas que inicialmente se publicaron con la intención de que el estudio escuchara a los jugadores podrían ser precisamente lo que termine hundiendo a Moon Studios.
Este caso sirve como un recordatorio de la interdependencia entre los creadores de videojuegos y su audiencia, y de cómo las acciones de los jugadores, incluso las aparentemente pequeñas como dejar una reseña, pueden tener consecuencias significativas para la supervivencia de los estudios independientes.