Tras una larga disputa legal, Microsoft finalmente ha obtenido la vía libre para completar la adquisición de Activision Blizzard. La Comisión Federal de Comercio (FTC) retiró su demanda contra la compañía, lo que permite que la multimillonaria compra, valorada en 68.700 millones de dólares y acordada inicialmente en enero de 2022, pueda llevarse a cabo. Esta adquisición se posiciona como la más costosa en la historia de la industria de los videojuegos.
La FTC había intentado bloquear la fusión desde sus inicios, argumentando que representaría un riesgo para la competencia en el mercado de los videojuegos, especialmente en lo referente a títulos exclusivos y servicios de suscripción. Esta oposición dio lugar a una batalla legal de tres años entre Microsoft y el organismo regulador.
A pesar de que una moción inicial de la FTC fue denegada por la Corte de Apelaciones, la comisión persistió presentando una orden judicial preliminar para detener la compra, la cual también fue rechazada en julio de 2023. La FTC mantuvo su firme intención de seguir litigando hasta que, finalmente, el 7 de mayo de 2025, se vio obligada a retirar el caso.
No fue hasta el 22 de mayo que Brad Smith, presidente y vicepresidente de Microsoft, se pronunció públicamente sobre la decisión a través de la plataforma X. Smith calificó la decisión de la FTC como una victoria para los jugadores y para el «sentido común» en Washington D.C., expresando su agradecimiento al organismo regulador por el anuncio.
El documento fue compartido, revelando que el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos había rechazado la solicitud de la FTC de una orden judicial preliminar para bloquear la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft. La conclusión del tribunal fue que «el interés público se sirve mejor desestimando el litigio administrativo en este caso«, lo que implica el cierre definitivo de la disputa legal.
Tras tres años de espera, Microsoft está ahora en posición de concretar la compra de Activision Blizzard, un movimiento que tendrá un impacto significativo en el panorama de la industria de los videojuegos.