A medida que va pasando el tiempo y que las entidades del consumismo tecnológico van evolucionando, vemos un diapasón sumamente diverso de disciplinas que poco a poco convergen en una expresión artística apta para la época. La creación de contenido.
Hoy día, creadores de contenido de todos los orígenes y escenas artísticas se han convertido en la encarnación del popular término anglosajón “multi-tasking”.
Desde actividades como el diseño gráfico e ilustración, la producción y mezcla de audio, o la edición de video; en conjunto con disciplinas más de antaño como deportes, música, finanzas, las clases que tomábamos en la primaria, o hasta jugar videojuegos; nos dan la posibilidad de exhibir nuestros talentos y mostrarlos a una audiencia de una manera digital que habilita una taza de consumo de contenido mucho más alta que lo que era hace 10 o 15 años.
En este arte de ilustrar nuestros talentos de manera digital, es menester que tengamos un vínculo para podernos comunicar con una audiencia a través del espectro sónico. Y esta es la razón por la que el mercado de los micrófonos de media y alta gama se ha proliferado de una manera increíble.
Lo que antes eran juguetes exclusivamente de músicos y productores musicales, hoy día encuentra hogar entre los artefactos tecnológicos de uso diario de cualquier entusiasta de la tecnología con acceso a una computadora.
Recientemente, “NEAT Microphones” placer de tener en nuestras manos a un ejemplar diseñado para la producción de audio de nivel profesional y semi profesional que nos ha impresionado de varias maneras debido a lo ostentoso de su sola existencia.
Hablamos del nuevo y mejorado “King Bee II”. Un micrófono condensador unidireccional XLR de membrana extra grande que busca desafiar a los ejemplares más prominentes que han tomado lugar en la historia del audio digital.
Construcción y diseño
Sucesor del controversial “King Bee”, y hermano mayor del ya reseñado “Worker Bee II”; el King Bee II adopta un diseño extremadamente robusto. Tiene una contextura física similar a la del Worker Bee, pero parecería que interpretaron Pokemones de antaño y el King Bee viene siendo una tercera evolución, por así ponerlo.
Con un escandaloso peso de 2.47 libras, el nuevo NEAT viene armado para la guerra desde su desempaque. Un micrófono condensador con cuerpo de acero y una membrana extra grande de 34mm que incluye filtro frontal y montura contra impactos de acción doble hecha de plástico de grado militar.
Si bien el micrófono puede resultar ser una carga exagerada para ciertos pedestales; el King Bee no es menos que merecedor de un pedestal de la más alta calidad que pueda resistir su peso. Ya que los resultados de un trabajo con semejante ejemplar prometen con creces.
Dado que el micrófono tiene este nivel de calidad y construcción tan atrevido, no pude evitar notar la falta de controles integrados para filtro de paso alto ni regulador de decibeles. Lo cual hubiese sido una adición que lo hubiese puesto a competir de manera ventajosa cara a cara con ejemplares de 10 veces su precio.
Calidad de audio
Dado que el King Bee II es un micrófono cardioide unidireccional con una membrana extra grande de 34mm (considerando que los estándares catalogan 25mm como una membrana grande); queda claro que es la herramienta ideal para tareas como grabación de voces e instrumentos musicales con amplitud armónica extensa.
A diferencia de la contraparte de membranas pequeñas, los cuales están diseñados para enfocarse en un rango de frecuencias alto, inclusive por encima de lo que puede percibir el oído humano; los micrófonos de membrana grande pueden capturar y enfocar frecuencias bajas y media-bajas con una precisión inigualable.
Lo anterior mencionado puede darse a notar a plenitud al momento de editar una pieza de audio con herramientas como ecualizadores gráficos, compresores, y módulos de saturación.
Sin embargo, nuestro titán de la captura sónica demostró ser una herramienta extremadamente versátil que puede capturar desde los 16 Hz hasta los 20000 Hz con un nivel de calidad cristalino, bien enfocado, y bajo en saturación.
Esto, para aquellos no tan conocedores de las intrincisidades del audio profesional, permite que procesos como la ecualización aditiva, saturación armónica y la transformación de sonidos sean mucho más fáciles de lograr y requieran de un trabajo menos quirúrgico.
Para poner la cereza sobre el pastel, NEAT decidió complacer tanto a casuales como a profesionales en cuanto a prestaciones de captura se refiere.
El nuevo King Bee II, por encima de suministrar la calidad de audio deseada por profesionales en la industria, también consigue, gracias a su calidad de unidireccional y su diseño, reducir la cantidad de ruidos externos a la fuente de captura de una manera simplemente envidiable.
Este detalle, si bien es de poca a ninguna importancia para aquellos que disponen de espacios de grabación respaldados o habitaciones a prueba de sonido; dota a aquellos jóvenes productores y creadores de contenido de una herramienta que puede usarse en un entorno casero sin protección específica contra ruidos externos, y conseguir una captura sumamente competente con un nivel mínimo de interferencias.
Conclusión
Lo que NEAT Microphones ha logrado con el nuevo King Bee II fue básicamente tomar el diseño de el ya popular y flamante King Bee, y agregar todas las mejoras que estuvieron al alcance a nivel de construcción, prestaciones y calidad de audio.
Es un completo monstruo de la producción de audio que promete hacerle frente a herramientas de su misma categoría con diez veces su precio.
El King Bee II distribuye por $170 dólares americanos en tiendas en línea; y esto por si solo nos da constancia de una relación de calidad y precio sin precedentes.
Este review fue realizado gracias al ejemplar del KING BEE II suministrado por NEAT Microphones.