Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y Threads, se encuentra en el centro de una nueva controversia tras la eliminación de temas conmemorativos del Orgullo y la comunidad LGBTQ+ en Facebook Messenger. Esta acción se produce pocos días después de que la compañía modificara sus políticas sobre el discurso de odio, permitiendo ahora que se califique a personas queer como «enfermos mentales».
Los temas eliminados, que incluían esquemas de colores inspirados en las banderas del Orgullo trans y no binario, ofrecían a los usuarios una forma de expresar su apoyo a la comunidad. Su eliminación contrasta fuertemente con la anterior postura de Meta, que en 2021 y 2022 había lanzado estos temas como parte de la celebración del Mes del Orgullo, comprometiéndose a crear «la experiencia de mensajería privada más segura» para la comunidad LGBTQ+ y sus aliados.
Según información interna filtrada, estos cambios han provocado un «caos total» dentro de Meta. Varios empleados, que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ+ y/o con problemas de salud mental, han tomado licencias por enfermedad en señal de protesta. Un hilo de discusión en la intranet de Meta acumuló cientos de comentarios, exigiendo a la junta directiva una explicación sobre la decisión, especialmente considerando que contradice el consenso científico.
La respuesta de un miembro del equipo de políticas de Meta, también revelada por 404 Media, argumenta que los «valores fundamentales [de Meta] no han cambiado» y que las modificaciones a la política de conducta de odio buscan «deshacer la expansión de la misión que ha hecho que nuestras reglas sean demasiado restrictivas y demasiado propensas a la aplicación excesiva». Además, se justifica que «reafirmar nuestro valor fundamental de la libertad de expresión significa que podríamos ver contenido en nuestras plataformas que las personas encuentren ofensivo». Esta justificación ha sido ampliamente criticada por legitimar discursos de odio bajo el pretexto de la libertad de expresión.
Meta ha modificado sus políticas de contenido permitiendo ataques dirigidos a personas LGTBI+ bajo ciertas justificaciones, contradiciendo su propia declaración de no permitir conductas de odio.