Un buque de la empresa Evergreen perdió cerca de 50 contenedores durante una maniobra portuaria en la bahía del Callao, Perú y entre la carga se encontraban ropa, calzado, relojes, artículos de cocina y más de 500 mil unidades del nuevo iPhone 17, cuyo destino final era México. El incidente ocurrió el 7 de octubre, cuando una combinación de fuertes vientos y oleaje provocó el desprendimiento de los contenedores mientras se realizaba la descarga.
Equipos de rescate marítimo continúan trabajando para recuperar parte del cargamento, pero las autoridades ya advierten que gran parte de los dispositivos electrónicos podrían haberse perdido de forma definitiva por el impacto y la exposición al agua salada. Hasta el momento, ni Evergreen ni la empresa Apple han emitido un comunicado oficial sobre las pérdidas o las posibles afectaciones a los envíos programados para el mercado mexicano.
La noticia explotó en redes sociales, donde generando miles de reacciones. Algunos usuarios bromearon: “No se preocupen, son IP68… solo una secadita y pa’ las tiendas”, mientras otros cuestionaron la veracidad del hecho, alegando que los contenedores contenían electrodomésticos y no teléfonos.
Pero más allá de las burlas, el hundimiento de medio millón de iPhones plantea el impacto ambiental de toneladas de tecnología sumergida en el océano.