Una mujer de 72 años en Arizona, identificada como Hazel Benson, ha sido arrestada y enfrenta múltiples cargos, incluyendo agresión agravada y descarga de arma de fuego, tras presuntamente dispararle a su hijo de 38 años en su domicilio de Mesa. El motivo del altercado, según reportes policiales, fue el volumen excesivo al que el hijo estaba jugando videojuegos.
La propia Benson fue quien realizó la llamada al 911, informando haber disparado a su hijo y posteriormente arrojado el arma a un canal cercano. En su declaración inicial, manifestó no estar segura de haberlo alcanzado. Los documentos judiciales revelan que el hijo se encontraba en la puerta trasera de la vivienda al momento del disparo.
Al llegar al lugar, los oficiales encontraron al hombre herido de bala en el abdomen fuera de la casa. La investigación reveló que, aproximadamente una hora antes del incidente, Benson ya había contactado a la policía para quejarse del volumen de los videojuegos de su hijo. Tras esta primera disputa, el hijo salió a caminar para tranquilizarse. Durante esa primera llamada, la policía informó a Benson que su hijo tenía «derecho legal» a estar en la vivienda, ya que también residía allí.
Sin embargo, al regresar el hijo a la casa, Benson le impidió la entrada. Según su testimonio a los oficiales, el hijo entonces se abalanzó sobre ella con «las manos en puños a la altura de la cintura». Fue en ese momento cuando Benson afirma haber levantado el arma y disparado, aunque insistió en no saber si había impactado a su hijo. Poco después, mientras el hijo «golpeaba» la puerta trasera, Benson realizó la segunda llamada al 911. La policía no ha divulgado el nombre del hijo, quien fue trasladado a un hospital local y se reporta en condición estable.
Este trágico incidente pone de manifiesto la escalada de un conflicto doméstico aparentemente menor hasta un acto de violencia extrema. La frustración de la madre por el comportamiento de su hijo, sumada a la confrontación física posterior, culminaron en un tiroteo con graves consecuencias. La información de que la policía ya había intervenido previamente por la misma causa subraya la existencia de un problema subyacente en la dinámica familiar.