La noche más importante del cine está a punto de dar un salto histórico. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció un acuerdo multimillonario con YouTube. A partir de 2029, la plataforma de Google tendrá los derechos exclusivos para transmitir la ceremonia de los Premios Óscar a nivel mundial durante cinco años. Esto marca el final de una era: después de décadas en la televisión por aire, el espectáculo abandona por completo la emisión lineal tradicional.
El cambio es monumental. Los Óscar, que han sido transmitidos por ABC desde 1976, celebrarán su edición número 100 en esa cadena en 2028. A partir de la 101ª ceremonia, el evento estará disponible de forma gratuita para los más de 2.000 millones de usuarios de YouTube en todo el mundo. La Academia busca así una audiencia global más joven y accesible, aprovechando funciones como subtítulos y pistas de audio en múltiples idiomas.
La decisión responde a una búsqueda estratégica. La Academia venía negociando un nuevo acuerdo de licencia durante 2025, con interés de plataformas como Netflix y NBCUniversal. Según informes, YouTube ofreció una cifra de nueve dígitos, superando las ofertas de sus competidores, el movimiento refleja el declive de la audiencia televisiva lineal y el poder de las plataformas digitales para llegar a una audiencia masiva de manera inmediata.
El acuerdo es mucho más amplio que la gala principal. YouTube se convertirá en el hogar oficial de todo el ecosistema de los Óscar. Esto incluye la alfombra roja, los anuncios de nominaciones, los Premios Estudiantiles, los Premios Científicos y Técnicos, y eventos como el almuerzo de nominados y los Premios Gobernadores. La plataforma también colaborará en la digitalización de parte del archivo del Museo de la Academia.
The Oscars will stream exclusively on YouTube, starting in 2029. pic.twitter.com/IVCssVuFR8
— DiscussingFilm (@DiscussingFilm) December 17, 2025
La noticia ha causado un terremoto en Hollywood. El cambio plantea grandes interrogantes: desde cómo se medirá la audiencia en streaming hasta el posible rol de creadores de YouTube en la cobertura. Lo que es seguro es que, tras un siglo, la manera de vivir la noche de los Óscar está a punto de transformarse para siempre.
