Según un informe de Bloomberg, Call of Duty: Modern Warfare III fue lanzado en la mitad del tiempo habitual de desarrollo de una secuela de Call of Duty, con los desarrolladores trabajando intensamente durante noches y fines de semana para cumplir con los objetivos de ventas anuales de Activision.
Inicialmente, Modern Warfare III fue presentado a los desarrolladores de Sledgehammer como una expansión de Modern Warfare II, con misiones basadas en México en lugar de los escenarios de viaje habituales de la serie. Sin embargo, en el verano de 2022, los ejecutivos de Activision decidieron reiniciar el proyecto y convertirlo en una secuela completa centrada en el villano de Modern Warfare 2, Vladimir Makarov. Según se informa, esto se hizo para llenar el vacío dejado por un posible retraso en el próximo juego de Call of Duty de Treyarch, y la compañía decidió no tomar un año de descanso en su calendario de lanzamientos anuales.
Aunque un portavoz de Activision negó estas afirmaciones, varios desarrolladores actuales y antiguos de Call of Duty confirmaron que la versión de los hechos de Aaron Halon, jefe del estudio de Sledgehammer Games, entraba en conflicto con lo que se les había comunicado inicialmente. Algunos de ellos incluso trabajaron arduamente durante noches y fines de semana para intentar cumplir con los plazos de lanzamiento de Modern Warfare III, a pesar de que el juego tuvo la mitad del tiempo de desarrollo habitual para una secuela de Call of Duty.
Según Bloomberg, estos desarrolladores se sintieron traicionados por Activision, ya que se les había prometido que no tendrían que enfrentar otro calendario acortado después del lanzamiento de su juego anterior, Call of Duty: Vanguard, que también se desarrolló en un ciclo de desarrollo limitado.
